Barrika
Su imagen se eleva imponente como un faro en medio de la marisma de la ría de Butrón. Se le conoce sin nombre y apellido, con el apelativo llano de edificio de Cantarranas, aunque preside el paraje acuático de Txipio como un centinela protector. Por este motivo, el Ayuntamiento de Barrika proyecta convertir el edificio en una de sus principales bazas medioambientales como observatorio de pájaros.
El Consistorio ya ha puesto la maquinaria en marcha para acometer el proyecto con la búsqueda de financiación exterior. El Ayuntamiento ha afinado el presupuesto a los tiempos de crisis con un coste ajustado, 350.000 euros, que permitirá sanear la estructura.
El edificio desprende un cierto aire de misterio con un origen impreciso. Desde el Ayuntamiento se estima que el inmueble se construyó en la década de los 50 en una zona de baserris a orillas del río. Su origen se atribuye al almacenamiento de vino, aunque hay constancia de que también sirvió de granero. Finalmente, el edificio fue utilizado como bar asador hasta hace un lustro. Actualmente, el inmueble permanece sin uso alguno.
Barrika apuesta por reforzar el protagonismo del inmueble en el marco del turismo ecológico. "Salvando las distancias, es un modelo similar al de Torre Maradiaga en Urdaibai", señalan fuentes municipales. Este espacio permitiría descubrir al gran público el remanso natural de Txipio, la última marisma del río Butron.
Precisamente, los colectivos ecologistas recalcan el valor medioambiental de la vega en su propuesta de declarar como biotopo la franja litoral de Uribe Kosta. De hecho, ensalzan la riqueza natural del estuario del Butron a la que equiparán con el de Txingudi, clasificado como biotopo. Así, consideran el patrimonio natural de esta desembocadura como el más importante de Bizkaia, a excepción de la reserva del Urdaibai.
Txipio se puede considerar un superviviente natural al resistir al desarrollo del entorno. Hasta la década de los 60 la vega fue colonizada por huertas agrícolas una vez dulcificado el terreno con muros. Sin embargo, el abandono de las plantaciones ha permitido a Txipio recuperar sus condiciones originales entre las que destacan la salinidad del ecosistema por la inminente presencia del mar. Esta regeneración natural ha favorecido la llegada de aves migratorias.
El Ayuntamiento aprovecha la propiedad municipal de la construcción para transformarlo en la puerta de entrada a Txipio.
Informes Los informes técnicos destacan la solidez de la estructura, que ha soportado inmune el desgaste del tiempo. Así, el deterioro más visible se limita al impacto estético de la fachada, que refleja los años de abandono con la proliferación de pintadas. La única excepción se sitúa en la cubierta, que presenta goteras.
Por este motivo, la mayor parte del presupuesto se destinaría a la adaptación del edificio como centro ambiental. Su principal atractivo se sitúa en la segunda planta, que se proyecta como una atalaya privilegiada de la vega. Este piso acoge el observatorio de aves aprovechando su mayor altura. El contenido medioambiental del espacio se completa con una biblioteca temática.
Finalmente, el Ayuntamiento pretende recuperar el servicio de hostelería para dinamizar el entorno de Cantarranas, una zona de paso hacia la cercana estación de metro de Plentzia.
En este sentido, la reapertura del local promociona esta zona tras la mejora urbana experimentada el pasado año. La Diputación colocó un semáforo para eliminar este punto negro de la circulación que ponía en peligro el itinerario peatonal.