portugalete. Los terrenos de Azeta fueron trasladados ayer hasta el salón de plenos del Ayuntamiento de Portugalete, donde se debatieron dos cuestiones básicas, su precio y su futuro. El equipo de gobierno presentó una enmienda para aprobar una partida de 8 millones de euros destinada a reducir de golpe los 38,6 millones cifrados por el Tribunal Supremo (TS) por las laderas tras la expropiación forzosa del Consistorio a Comaga S.A. La deuda comenzará a reducirse, pero no las preocupaciones de las formaciones políticas acerca del futuro de los proyectos planeados para el municipio, entre los que se encuentra la tercera fase del gran parque que se proyecta en los terrenos en cuestión y que aún está a medio gas.

Todas las agrupaciones políticas se mostraron ayer a favor de la partida de ocho millones. Una cantidad que, según explicó el alcalde, Mikel Torres, podrá llevarse a cabo con los sobrantes de ejecuciones realizadas en el municipio y el dinero recaudado durante los últimos años por el Ayuntamiento en el Plan Municipal de Suelo (PMS). "Ahora nos es posible ahorrar, debido a que las licitaciones de las obras salen a la baja, y es con ese dinero con el que vamos a financiarlo, además de con el que se ha guardado para la compra de suelo", aseguró Torres.

Parte del dinero destinado ahora para Azeta tenía otros fines, según destacó el portavoz del PNV, Jabier Aranburuzabala, como la compra del suelo del cine Mar, donde el Ayuntamiento planea crear un espacio cultural, o el parque Rivas. "Sabemos que hay que pagar, y vamos a estar ahí al cien por cien", aseguró el jeltzale, en referencia a la sentencia del TS. "Pero estamos muy preocupados por conocer el plan de pagos que se le va a proponer al juez para llevarlo a cabo", indicó después de haber aprobado unánimemente, también en el pleno, la presentación de un plan fraccionado de pagos a los tribunales de entre cinco y diez años. "Esperamos que el adelanto de estos ocho millones sea entendido como un acto de buena voluntad del Ayuntamiento y el juez apruebe nuestra propuesta", adelantó Torres. De ser denegada, el Ayuntamiento debería pedir un crédito elevado para abonar el precio fijado en la sentencia, "y eso se traduciría en pagar una alta cantidad de intereses", subrayó Iñaki Arana, edil de Ezker Batua.

La incertidumbre por la decisión judicial -deben presentar la propuesta de pago el 2 diciembre-, unida a la generaliza situación de recesión pone en alerta las alarmas de la oposición. "El alcalde asegura que van a realizarse todos los proyectos, no voy a ponerlo en duda, pero es mucho dinero el que vamos a poner para pagar la deuda y mucho dinero de obras. Hay mucho dinero por medio y no sé yo si lo tendremos", razonó Arana.

Sin ascensor Todos opinan que el precio de los terrenos de Azeta -38,6 millones de euros- es desorbitado. "No tengo duda de que le vamos a hacer frente al pago", garantizó Torres. Pero las dudas siguen en el aire. En este sentido, Bildu, la tercera agrupación más votada en el Ayuntamiento jarrillero, lanzó una propuesta de ahorro económico basada en la eliminación del ascensor proyectado en el parque de Azeta que salvará el desnivel existente. "Salva muy poca pendiente, y creemos que podría ser una forma de ahorrar porque además creemos que no es muy funcional", explicó Kepa Solozabal, portavoz del grupo.

Y es que el planteamiento del equipo de gobierno para el parque de las laderas de Azeta ha sido criticado en varias ocasiones por Bildu, que busca construir un parque más "ambicioso" en el contempla la creación de un aula de la naturaleza de la ría, con fines educativos, un espacio para el avistamiento de aves, mantener la flora y la fauna del entorno; un proyecto que han bautizado como Ibaizabal Natur Parkea y para el que intentarán llegar a cuerdos con EB y PNV, dos agrupaciones de la oposición que también han alzado la voz contra el plan actual en Azeta.

Los jeltzales se mostraron dispuesto a hablar y Arana mostró su apoyo a Bildu asegurando que "un parque normal, con bancos y árboles ya está muy visto". De llegar a un acuerdo conjunto, la propuesta podrá ser debatida en pleno con los 10 votos de PNV -6 ediles-, Bildu -3 concejales- y -1edil-. En principio, los populares no se unirán al equipo ya que defienden el actual proyecto.