bilbao. Osakidetza ha encontrado en los cielos la solución a las carencias de transporte que dificultan el traslado hospitalario de pacientes graves en las comarcas peor comunicadas. En esta carrera contrarreloj que se inicia para salvar la vida, el recorte hasta la mitad de tiempo del trayecto que asegura el helicóptero sanitario resulta fundamental. Por este motivo, Kostaldea es la comarca que más ha recurrido a la ambulancia aérea en sus primeros cinco años de actividad, con 258 vuelos, casi un 26% del total. A continuación, aparecen Durangaldea y Enkarterri, con un 18,63% y un 13,52 respectivamente.

El helicóptero se consolida en estas comarcas como la alternativa a los trayectos por carretera al reducir a 10 minutos el tiempo de reacción, la mitad de un traslado terrestre. Así, en los primeros cinco años del servicio, las localidades de Lekeitio y Ondarroa registran 92 vuelos, respectivamente, frente a los 55 de Barakaldo, que cuenta con el hospital de Cruces.

El helicóptero se ha convertido en una pieza fundamental del sistema de emergencia en Kostaldea porque además de acortar a la mitad el tiempo de reacción complementa los recursos por carretera. Así, el desplazamiento de la única ambulancia medicalizada destinada en la zona obligaba a tener que recurrir durante una hora a unidades básicas carentes del equipamiento necesario para el traslado de heridos graves.

"El transporte es indispensable; ha demostrado su valía", destaca su responsable, Txema Unanue. El helicóptero ha realizado un millar de actuaciones en sus cinco años de trayectoria, aunque su actividad se ha incrementado progresivamente. Así, a final del pasado octubre, el registro de vuelos acumulados de la temporada, 221, se encontraba a las puertas del tope máximo de 229 registrado hace dos años. Por ello, Osakidetza estima que la cifra final rondará los 250 en diciembre, lo que supone un promedio de más de un aviso cada dos días, las previsiones que manejaba el departamento en el lanzamiento del servicio. Unanue atribuye este aumento de la actividad a su consolidación.

El departamento de Emergencias ha establecido en este periodo 41 puntos de aterrizaje distribuidos por todas las comarcas en las zonas de menor densidad de población. Las localizaciones garantizan puntos seguros para las maniobras de aterrizaje en lugares despejados fuera de los cascos urbanos.

En este lustro, el helicóptero se ha desplazado a 100 municipios vizcainos, casi el 90% de la totalidad. Sin embargo, los desplazamientos se han focalizado hacia las localidades de menor tamaño, con especial intensidad en Kostaldea, Enkarterri y Durangaldea. Así, a excepción de Barakaldo, las 10 localidades más atendidas por la unidad aérea pertenecen a estas comarcas.

Sus responsables matizan que el helicóptero participa en operativos conjuntos con las ambulancias terrestres. "La doble respuesta es habitual en el traslado de heridos", desvela. En el caso de poblaciones de mayor tamaño, la evacuación se inicia por carretera hasta alcanzar los puntos despejados de la periferia donde se localizan las bases seleccionadas para el despegue. En el caso del hospital de Galdakao, una ambulancia comunica el helipuerto con el edificio central, separado en más de 100 metros.

53 pacientes Cruces aparece como el principal destino de los vuelos, al registrar casi la mitad de los desplazamientos por aire, seguido de Galdakao, con más de un 36%. Basurto solo fue el destino para un 4% de los traslados a través de su base ubicada en BEC de Barakaldo.

En total, 53 pacientes utilizaron el helicóptero para proseguir su tratamiento en hospitales de fuera de Euskadi. "Los protocolos de emergencia aconsejan este desplazamiento para distancias superiores a los 150 kilómetros", precisa Unanue.

El helicóptero se suma al parque de 10 ambulancias medicalizadas disponibles para toda Euskadi. Así, este modelo se equipara en prestaciones a sus hermanas terrestres, desplegándose como una UVI móvil para casos de gravedad. La aeronave transporta a un médico y a un asistente con el instrumental necesario para reanimar al paciente con medios como la respiración asistida o el desfibrilador contra los infartos.

La primera atención se produce en tierra, aunque el helicóptero está preparado para intervenciones en vuelo. Paradójicamente, el desplazamiento facilita la actuación de los facultativos con un trayecto más estable. "El viaje evita las curvas y se produce en línea recta. Los pacientes obtienen una mayor percepción de seguridad y comodidad", destaca el responsable. La salida del vuelo se demora respecto a la de las ambulancias por los tres minutos necesarios para preparar el aparato. Sin embargo, una vez en marcha, asegura la asistencia en cualquier punto de Bizkaia en 10 minutos.

Por último, los campos de fútbol locales destacan desde hace cinco años como el mejor salvoconducto para la salud. Estos espacios diseñados para las pequeñas glorias deportivas de las localidades han sido reinventados por Osakidetza como base de operaciones para la evacuación sanitaria de urgencias. Así, los estadios concentran, con 19 puntos de aterrizaje, casi la mitad de las 43 localizaciones seleccionadas en el mapa de vuelos de la ambulancia aérea.