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Galdakao estrena su vía mas verde

La recién estrenada ruta Altamira descubre el patrimonio natural del municipio

Galdakao estrena su vía mas verdeJ. Jobajuria

Galdakao

Desde ayer, los vecinos de Galdakao amantes del paseo disponen de una nueva senda por la que perderse. Se llama ruta Altamira, consta de cinco kilómetros y no solo permite disfrutar del entorno más natural del municipio, sino que anima a descubrir los tesoros históricos escondidos entre los bosques de la localidad. Esta riqueza está llena de sorpresas; sus joyas vivas son los árboles de muy diversas especies que dan cobijo a multitud de especies animales como el tejón, los corzos o el zorro. Y es que, aunque la mayoría de los bosques que bordean la ruta son plantaciones de pinos, entre estos ejemplares conviven castaños o robles cuyas hojas enmoquetan todo el camino.

Dos de estos árboles tienen además un pasado sorprendente ya que son retoños del árbol de Gernika. Como les pasó a muchos vecinos, ellos también tuvieron que ocultarse de miradas malévolas para no sucumbir a las hachas durante la Guerra Civil. Desde entonces, moraban en el monte de Galdakao a la vista solo de algunos cómplices. Ahora, la ruta les ha devuelto a la vida pública.

Esta vía verde a la que se accede desde el barrio de Elexalde y guía a los senderistas con señales de madera, ha sido adaptada de tal forma que discurre cerca de varios hitos clave en la historia del municipio. Por ejemplo, la calzada real utilizada en la Edad Media por los carruajes que se afanaban en completar la distancia entre Bilbao y Gasteiz, y que puede pisarse en los últimos tramos de la ruta Altamira.

Previamente, el camino pasa cerca del Cinturón de Hierro levantado en 1936 para defender la capital vizcaina del ataque fascista, del que hoy se conserva un búnker así como varios almacenes. De la misma forma, la senda encamina a los paseantes hasta una haizeola o ferrería vasca, un agujero entre árboles que fue utilizado alrededor del siglo XIII por los antiguos habitantes del lugar para trabajar el mineral del hierro. Aún hoy, a pesar del paso del tiempo, se pueden apreciar las manchas producidas por estas tareas.

Al estreno ayer por la mañana de esta ruta, que se puede completar en alrededor de hora y media a ritmo de paseo, acudieron unas veinte personas, en su mayoría vecinas de Elexalde acompañadas de la técnico de Medio Ambiente y la teniente alcalde, Amaia Betolaza. No obstante, para facilitar que más personas conozcan la ruta de manos de sus propios impulsores, los residentes en el barrio, el Ayuntamiento fijará una nueva fecha "más amable" con la ciudadanía de cara a que puedan acudir a la visita.

Además de Elexalde, la ruta discurre por zonas rurales con caseríos dispersos que conforman el paisaje propio de la campiña atlántica y atraviesa los barrios de Altamira primero y Olabarri después, en un trayecto que ofrece una espectacular panorámica del municipio y sistemas montañosos. Si el tiempo lo permite, el ojo del senderista alcanza también el macizo de Gorbeia.