Bilbao. Acaban de renovar su convenio con la Diputación de Bizkaia hasta el próximo mes de diciembre. Imagino que estarán contentos.

Sí, para nosotros es una buena noticia y no solo porque nos asegure el futuro hasta el próximo mes de diciembre, sino porque mantenemos la misma actividad que cuando, por ejemplo, el Gobierno vasco nos retiró su subvención hace año y medio. En aquellos momentos temimos tener que dejar a estas personas en la calle. La renovación del convenio refuerza el valor de nuestro trabajo y la eficacia de los recursos que se destinan a esta causa.

¿Qué novedades incluye el nuevo convenio?

El aumento de la cobertura de la Diputación en lo correspondiente a las plazas de nuestros recursos. Ahora mismo, el ente foral financia casi el 100% del programa, hablamos de que aporta más de un 98% de nuestro presupuesto.

Es una clara apuesta de la Diputación y un aval a su labor.

Así es. Para nosotros es muy importante. Permite a las personas en situación de exclusión social, poder seguir sus tratamientos y estar cuidados. Nosotros cubrimos las necesidades básicas de toxicómanos o personas en desintoxicación, que tienen el virus del VIH u otras enfermedades como la Hepatitis C.

¿Cómo ven el futuro de estos programas a medio y largo plazo?

La situación es difícil, hay una línea de acción totalmente diferente entre Diputación y Gobierno vasco, contamos totalmente con el apoyo foral. Valoran nuestro trabajo y el funcionamiento del programa.

Parece que no les sentó muy bien la decisión de Lakua.

Fue decepcionante porque vimos peligrar el programa. Gracias a la apuesta de la Diputación sigue en funcionamiento, porque de lo contrario hubiese tenido que cerrar.

¿Volverán a apoyarles?

Eso dependerá mucho de quién esté en el Gobierno vasco. Esperamos que el próximo Gobierno se replantee esta cuestión y vuelvan a darnos su apoyo y financiación.

Dan a los enfermos el margen necesario para superar sus problemas.

Sí, porque en la calle tienen muchas más posibilidades de tener que ser ingresados en un hospital. Así se liberan camas en el área de infectados de Basurto para que puedan ser atendidas más personas.

¿A cuántas personas pueden atender en las condiciones actuales?

Pues en nuestro centro de estancia temporal, Aukera, tenemos siete camas; mientras que en el centro de estancia permanente tenemos ochos. En total, podemos atender a quince personas.

¿Cuál es su método de trabajo?

No somos un centro de desintoxicación, sino de transición. Está demostrado que para estas personas el consumo puede ser un atenuante positivo en su recuperación. Así no luchan contra sus dolencias y, además, contra la abstinencia.

Entonces, ¿los integrantes del programa pueden tomar drogas?

Sí, pero no en nuestras instalaciones. Se permite un consumo tutelado, siempre y cuando ello les ayude en su recuperación. Se vigila que las dosis no afecten ni a su tratamiento médico ni a su seguridad.