Bakio
ES posible que ayer Bakio oliese mejor, que los turistas que abarrotaron su playa recibiesen desde la arena el aroma de una tradición hecha guiso, de un plato austero por sus ingredientes, pero delicado en su elaboración y venerado por todo cocinero vasco que se precie. Bonito, patata, cebolla y pimiento choricero hacen del marmitako una delicia de gran arraigo, sobre todo, en las localidades de la costa vizcaina. Ayer, al municipio de Bakio le tocó ser el paraíso de este plato por un día, en una nueva edición de su Marmitako Eguna.
A las diez en punto de la mañana estaban convocados los participantes para ponerse manos a la obra con las marmitas, aunque hubo quien madrugó más de lo normal en un sábado para llegar antes. "Desde las 07.00 horas" aseguraban llevar en el recinto los miembros de la Taberna Ruta 66, para quienes el madrugón fue necesario con el fin "de coger un buen sitio". Para ellos, veteranos en el Marmitako Eguna tras 12 años de asistencia, la clave está en la procedencia de los ingredientes: "bonito de Bermeo y cebolla y pimiento de Bakio", explican, mientras remueven con mimo una de sus cazuelas.
Además de ellos, la plaza Portuondo de Bakio se llenó con otros 54 participantes, aunque los responsables esperaban superar los 62 de la edición anterior. Según Floren Zabala, concejal del Ayuntamiento y organizador del evento junto con el txoko Bidezabal, la mayoría de las cuadrillas son del propio pueblo, "aunque es un concurso importante en el panorama vizcaino y también se acercan grupos de otras zonas", aclaraba.
Día de fiesta La idea principal es pasar un día de fiesta. Josu Bitorika, miembro del grupo Txirraska, es consciente y, por ello, incluye entre sus ayudantes a los más pequeños de la familia, cocineros en potencia, "aunque unos colaboren más que otros", bromeaba. Cerca de ellos, la cuadrilla Badaezpada se atrevía, en mitad de un periodo complicado para la pesca del bonito por su escasez, a alardear de haber pescado ellos mismos el que iban a cocinar para el concurso. Ellos tampoco son novatos, ya ganaron el concurso hace tres años. Su secreto: un chorrito de cognac. Sin embargo, durante la mañana de ayer, antes de que el jurado ofreciese su veredicto, no eran demasiado optimistas ya que, tal como relataron, habían tenido problemas con alguna patata rota. Y no ganaron. Los mayores honores de la 45 edición del Marmitako Eguna se los llevó el txoko Laurrea, grandes veteranos en el concurso bakiotarra y con experiencia también en cuanto a la victoria, al haberse llevado el primer premio anteriormente en varias ocasiones.
Los premios corrieron a cargo de Bidezabal y de los restaurantes del municipio, que aportaron, además de copas y trofeos, botellas de txakoli y otros galardones con un carácter eminentemente marítimo, como maquetas de barcos y de faros. La intención de los organizadores era agradecer con su participación a la totalidad de los concursantes, con lo que el ranking elaborado por el jurado incluyó desde la primera hasta la última cuadrilla, con premios para la gran mayoría.
Como después de cocinar toca comerse lo cocinado, una carpa con sitio para 500 personas acogió el banquete popular de degustación del marmitako, un guiso capaz de aunar a la perfección en un solo plato el mar y la tierra: bonito, patata, cebolla y pimiento choricero.