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"No hemos tenido suerte con el tiempo"

Mikel Lejarza es el capitán del 'Saltillo', el buque-escuela de la UPV, desde hace ocho años. Esta semana ha estado al frente de la peregrinación marinera Camino de Santiago por Mar. Las malas condiciones meteorológicas han acompañado a la expedición

"No hemos tenido suerte con el tiempo"Foto: José Mari Martínez

Bilbao. Mikel Lejarza es un apasionado del mar y la vela. Así que es feliz al mando del Saltillo. Conjuga perfectamente su profesión y su afición. "Es un orgullo ser el capitán y una gozada navegar en este barco", señala. Tras acabar los estudios en la Escuela de Náutica de Portugalete estuvo cinco años navegando en barcos de la marina mercante. Desde hace ocho años es el capitán del buque-escuela de la UPV. Este verano se ha embarcado en una curiosa expedición: el Camino de Santiago por Mar. El barco salió de Hondarribia el pasado 13 de julio y ayer llegó a Burela. Las malas condiciones de la mar han impedido cumplir el plan previsto. La expedición, compuesta por alumnos de Náutica y personalidades del mundo de la cultura, el deporte y la empresa, solo pudo hacer escalas en Bilbao, Santoña, Santander, Lastres y Ribadeo.

¿Qué tal ha ido la travesía?

La verdad es que hemos tenido mala suerte con el tiempo y eso nos ha obligado a variar el programa.

¿De qué manera?

Nuestra intención era llegar a A Coruña, pero al haber estado cuatro días amarrados en Santander por el mal estado de la mar, no hemos podido cumplir el calendario. Así que nosotros, tras tocar puerto en Burela, regresamos a casa.

¿Tan mala mar han tenido?

Sí. Sabíamos que venían dos frentes, pero al final ha sido peor de lo que marcaban las previsiones. Hemos tenidos olas de más de tres metros.

O sea, que ha habido movimiento en el barco.

Sí, sí, bastante. Con esas olas la navegación se hace muy incómoda, el barco se mueve mucho y no se descansa bien.

En esta ocasión el 'Saltillo' es más que un buque-escuela, ¿no?

Sí, efectivamente. La diferencia con respecto a la actividad que realizamos normalmente a lo largo del año es que ahora llevamos gente conocida del mundo del arte, de la cultura y de la empresa.

¿Qué tal navega el 'Saltillo'?

Cuando las condiciones son buenas, navega fenomenal. De todas formas, es un barco pesado que necesita viento para navegar.

¿Qué destacaría del barco?

El Saltillo es un barco de época construido en Amsterdam en 1932. Como ya se sabe, lo compró Galíndez y, durante muchos años, navegó en él la familia real. Es un barco cargado de historia que luego fue legado a la Escuela de Náutica como buque-escuela. Es un barco único.

¿Es cómodo para la tripulación?

Sí, es muy cómodo. Aunque parezca que no, su interior es muy espacioso. Podemos ir bien hasta veinte personas.

¿Cumple su función como buque-escuela?

Sí. Es la mejor forma de aprender a navegar. Para los que nos gusta la mar y la vela, este barco es una gozada.

¿Por qué?

Porque el aparejo que lleva es diferente al que vemos normalmente. La mayor es cangreja y luego hay dos velas de proa. Aquí todas las maniobras son manuales, son con aparejos, no hay winches.

O sea, que necesitarán muchas manos.

Sí, se necesita mucha gente para hacer las maniobras. Hay muchos cabos que mover y hay que hacerlo con una secuencia determinada. Pero eso es parte del aprendizaje de los alumnos.

¿Qué actividades realizan durante el año?

Salimos a navegar los miércoles y viernes, siempre que el tiempo meteorológico lo permita. Hacemos salidas de día.

¿Y esta peregrinación marinera del Camino de Santiago por mar?

Nos viene muy bien porque así podemos completar la formación que hacemos durante el curso. Al ser una navegación que se prolonga durante dos semanas, los alumnos adquieren la rutina que luego van a tener que afrontar en la marina mercante. Eso significa que tienen que hacer guardias y así se van habituando a esa responsabilidad. Por otra parte, está la convivencia, que en la navegación es muy estrecha.

¿Qué supone para usted ser el capitán del 'Saltillo'?

Un orgullo. Es el puesto soñado por mucha gente. En este sentido, a mí me tocó la lotería. No hay otro puesto como este en Euskadi.

¿Por qué le gusta tanto?

Porque yo soy marino y me gusta navegar. Me encanta la mar, pero lo que más gusta es la vela. Y un velero como este no tenemos en nuestra costa. Si a esto añadimos que es un buque-escuela, que estás enseñando a los futuros marinos, esto es una gozada.

¿Cómo es el ambiente en el 'Saltillo' cuando navega como buque-escuela?

Estupendo. El ambiente de trabajo es ideal porque los jóvenes vienen con muchas ganas de aprender. No hay los malos rollos que puede haber en buques profesionales donde cada uno tiene sus manías y la convivencia se puede hacer difícil. Esa también es una de las razones por las que yo estoy encantado.