Trapagaran. El nuevo alcalde de Trapagaran es cercano y sencillo. Camina por la calle saludando a los vecinos, a los que conoce de toda la vida, porque Xabier Cuéllar es, ante todo, un hombre de pueblo. Su infancia está ligada a la campa del abuelo, en la Estrada de San Andrés, donde de niño perseguía trenes por la vía de Orkonera. A sus 55 años, este hijo y nieto de socialistas, quiere convertirse en locomotora del cambio en la localidad minera. Pero un cambio tranquilo y prudente. "No vamos a entrar como un elefante a una cacharrería", advierte con sensatez.

¿Qué balance hace de los primeros días en la Alcaldía?

Sobre todo ha sido una toma de contacto. Hemos mantenido reuniones con muchos trabajadores para saber cómo están los proyectos y qué es lo más urgente que debemos hacer. Sobre todo, recibir mucha información.

¿Ha pensado cuáles van a ser sus primeras decisiones?

Queremos meter mano al Plan general de Ordenación Urbana para tratar de aprobarlo de forma provisional en diciembre el Plan General de Ordenación Urbana para tratar de despejar el camino a la construcción de vivienda protegida. Otro gran reto debe ser la residencia de la tercera edad y para hacerlo realidad ya he hablado con la Diputación para saber cómo podemos impulsarla.

¿Se siente presionado por haber llegado a la alcaldía con el apoyo de Bildu?

En absoluto. El PSE dice que existía un pacto con Bildu para intercambiarnos Lasarte y Trapagaran pero no es verdad. El PNV ha mantenido negociaciones con Bildu y con el PSE. 20 votos no es ninguna diferencia, y eso nos da absoluta legitimidad para gobernar.

¿En qué se va a notar el cambio?

Cuando un equipo lleva 16 años al frente de un Ayuntamiento hay desgaste, se acaban las ideas. Nosotros tenemos muchas ganas de hacer cosas, pero queremos ir con pies de plomo no queremos entrar como un elefante en una cacharrería. Y por supuesto van a cambiar las formas. Tenemos un talante más abierto y receptivo.

¿Teme que haya problemas para sacar adelante los proyectos?

Aunque estamos en minoría, espero que no. Sabemos que tendremos que hablar mucho con todos los partidos, pero esperamos llegar a acuerdos que permitan avanzar al pueblo.

¿Que proyecto le hace más ilusión?

Hay muchos que me gustan: la puesta en servicio de la vía verde de Orkonera, que el Ibilaldi venga el próximo año a Trapagaran porque va a ser una sala de exposiciones del pueblo, me gustaría llevar a cabo el plan especial de La Arboleda y fomentar el turismo, hacer la residencia… Pero como Zamora no se conquistó en una hora hay que ser prudentes y trabajar poco a poco y con humildad para que todos vayan viendo la luz