Ungüento mágico de San Juan
BAKIO. Mucho antes de que estallara el boom de la planta aloe vera, con sus múltiples y casi milagrosas propiedades aplicadas en todo tipo de cremas y hasta en detergentes, las amamas ya conocían numerosos remedios caseros para curar heridas "y mucho más", revela Ana López, una de las fundadoras de la asociación para el desarrollo medioambiental Bizilore de Bakio. Los vecinos de Maruri-Jatabe y de Laukiz descubrirán muy pronto una de estas recetas mágicas: la de la pomada sanjuanera, también conocida con el sobrenombre de curalotodo. Con la colaboración de los Ayuntamientos de las citadas localidades vizcainas, la asociación Bagabiltza y BBK, Bizilore impartirá sendos talleres gratuitos sobre cómo realizar una pomada de origen cien por cien vegetal y cuya aplicación de uso externo es beneficiosa para el tratamiento de hematomas, torceduras, forúnculos, heridas no abiertas, así como dolores articulares y reumáticos, entre otras utilidades.
El taller se impartirá en dos sesiones. La tarde del próximo lunes, de 17.00 a 20.00 horas, se dedicará a la recogida de la veintena de plantas necesarias para la elaboración del ungüento curativo, veintiuna si se incluye la mencionada aloe vera. La cocción y preparación de la crema se realizará al día siguiente en Laukiz (en Atxispe, de 17.00 a 20.00 horas) y el miércoles en la Kultur etxea de Maruri-Jatabe, en el mismo horario. En caso de que se prevea mal tiempo para los próximos días, Bizilore se encargará de recoger las plantas mañana para poder realizar la pomada el lunes. El hecho de que el taller se realice por la tarde no es casual, sino que se ha elegido expresamente a fin de evitar mayor humedad en las plantas.
Al puchero Una vez recogida la cantidad suficiente de romero, sauco, ortiga, caléndula y capuchina, entre otras muchas variedades -se precisan 300 gramos de planta fresca-, el siguiente paso es hervir la cosecha, un proceso que se prolongará hasta que se evapore todo el agua que guardan las plantas. "Averiguarlo es sencillo, cuando del puchero deje de salir vapor blanco, daremos la cocción por concluida", aclara María Jesús Bidasolo, otra de las promotoras de Bizilore. "Es importante medir bien los ingredientes, cada variedad debe añadirse a la mezcla en su justa medida", matiza. Otra de las advertencias recae en la consuelda. "Solo se añade la raíz de esta planta y debe hacerse casi al final de la cocción, porque, si no, se suelda al cazo, de ahí su nombre", puntualiza su compañera Ana López.
Para extraer todo el jugo de las plantas cocidas, se pasan por el chino. A continuación, se añade cera virgen (entre 100 y 125 gramos), se vuelve a colar para eliminar cualquier impureza y se deposita la mezcla en un tarro de cristal esterilizado. "El frasco no se cerrará hasta que la pomada se haya enfriado del todo", advierten. La pomada, "sin conservantes ni colorantes", debe guardarse en un lugar fresco y seco -aunque no necesariamente en la nevera- y su periodo de caducidad es superior a los dos años.