Dima. El Ayuntamiento de Dima ha adquirido para su protección natural 124.925 metros cuadrados de terrenos pertenecientes al karst de Indusi. Dentro de este elemento geológico se encuentran la cueva de Baltzola, el yacimiento arqueológico de Axlor, y Jentilzubi, el puente de piedra fabricado por la propia naturaleza que convierte al entorno en un hervidero de leyendas sobre su construcción.
La compra se ha efectuado a los particulares dueños de los terrenos con la intención de poder llevar a cabo en ellos todo lo especificado en el conjunto de normas para la protección de este singular entorno aprobado por el Ayuntamiento hace un año. Tras esta adquisición, el Consistorio no descarta seguir haciéndose con más terrenos "cuando la ocasión lo permita, como ha sido el caso ahora", explica el alcalde, Jose Ramón Garai.
El karst de Indusi es una formación rocosa que contiene elementos de gran valor natural, aparte de los mencionados como el sistema Barronbarro-Larrakoarri, el yacimiento arqueológico de Axlor el río Baltzola, entre otros. Además, sirve de escenario para actividades como la espeleología, el senderismo o la escalada.
Su proximidad al parque de Urkiola anuncia su interés desde el punto de vista natural, ya que entre su vegetación se desarrollan algunas especies de especial interés como el acebo, y otras especies animales como el avión roquero y el murciélago de herradura mediterráneo.
En 2010 el Ayuntamiento declaró esta zona de especial protección y aprobó las bases para la conservación del karst de Indusi y la Ordenación del Uso Público en la cueva de Baltzola. Entre otras medidas, decretó la prohibición del uso de vehículos motorizados en la zona, salvo los autorizados.
"Esta formación precisa de un marco normativo que garantice la compatibilidad entre el uso público y su preservación", explica el alcalde. Esto último posibilitará que el Consistorio, junto con el resto de instituciones implicadas como la Diputación, con la que ya mantiene conversaciones, aborde el desarrollo de las medidas reguladoras establecidas, impulse el plan de comunicación con los usuarios del karst y concrete un proyecto de integración paisajística del equipamiento de uso público que se prevé dotar a la zona como espacios de recreo en lugares aconsejados que evitarán estancias largas en las cuevas.