Getxo. Responsables de Funerarias Bizkaia inauguraron ayer el tanatorio de Getxo -ubicado en la calle Ollarretxe de Algorta-, el octavo con el que cuenta en el territorio y el primero de la comarca. Las instalaciones, que en un principio provocaron la oposición de las comunidades de vecinos de Aldapa, cuentan con alrededor de 700 metros cuadrados, en los que se ofrecen tres salas velatorio y una capilla. En ningún caso un crematorio. "Estamos muy por encima del cumplimiento de la normativa legal", explicó el gerente del grupo Funerarias Bizkaia, Francisco Uribelarrea.
El tanatorio de Getxo, ubicado en un edificio de última tendencia constructiva, surge como "un servicio a la localidad", apuntó el portavoz. El inmueble, que ha conseguido incorporar la luz exterior gracias a su cara acristalada, ofrece también privacidad y confort en sus tres salas velatorio. El servicio incluye también una capilla moderna, funcional y acogedora, así como un estacionamiento propio con acceso directo al edificio.
Uribelarrea recalcó que el edificio es un tanatorio y que no incluye crematorio, al contrario que las instalaciones de Barakaldo. "Aunque esta no sea una zona comercial o industrial como la de Barakaldo, con la ley en la mano se podría haber instalado un crematorio también aquí, pero no nos pareció adecuado debido a la cercanía de las viviendas", explicó a DEIA. El representante de Funerarias Bizkaia indicó que "buscamos ofrecer el mejor servicio en unos momentos especiales", y recordó que por ello se han mantenido los dos emblemáticos árboles existentes en la zona, ahora integrados en el jardín delantero de las instalaciones.
"Estamos muy por encima del mínimo en el cumplimiento de la normativa", recalcó el gerente de Funerarias Bizkaia, que recordó también que "pocas actividades hay más tranquilas para un barrio que un tanatorio". El servicio lleva en funcionamiento un trimestre y "está funcionando con normalidad porque buscamos el largo plazo, hacerlo conocido" entre la población de Eskuinaldea.
Programas educativos Por otra parte, 250 menores de sexto de Primaria de los colegios Larrañazubi, Andra Mari, San Ignacio, Romo y las ikastolas San Nikolas y Gobela han participado durante el curso en el programa de educación sexual Para no llegar tarde, impulsado por tercer año por el Ayuntamiento.
El programa busca que el adolescente se haga responsable de su cuerpo, deseos y relaciones desde el conocimiento y la conciencia y tiene entre sus fines "fomentar la reflexión sobre que la sexualidad es única de cada persona, mejorar el conocimiento del cuerpo, fomentar relaciones de responsabilidad compartida y acercarse a la diversidad sexual", declararon desde el equipo de gobierno.