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Cuatro barrios de Trapagaran disfrutan de baldosas ecológicas

El Ayuntamiento confía en introducir este tipo de material en más calles

Cuatro barrios de Trapagaran disfrutan de baldosas ecológicasFoto: A. Alonso

Trapagaran. Las baldosas ecológicas no son un asunto exclusivo de las grandes ciudades como Bilbao. Municipios de menor tamaño también vienen apostando desde hace tiempo por introducir en sus calles los últimos avances en materia de urbanismo; este es el caso de Trapagaran. La localidad minera ha aprovechado la realización de algunas obras en la vía pública para comenzar a probar este modelo de loseta más respetuoso con el medio ambiente y que ya viste 3.200 metros cuadrados de aceras, el equivalente a medio campo de fútbol. La cifra todavía es modesta por el momento, pero el compromiso municipal es firme. "Seguiremos colocando este tipo de pavimento", avanzó ayer el concejal de Obras y Servicios, Fernando Merino.

La baldosa verde escogida por el Consistorio para sus calles se llama Ecogranic y se fabrica en una planta de Sopuerta. Sus virtudes, según desgranó el edil socialista, son numerosas y variadas. "Tiene la particularidad de que no resbala, absorbe la contaminación y además cumple una función arquitectónica y estética", destacó Merino, quien recordó que cuatro zonas del municipio disfrutan ya de los beneficios de estas losetas: en el acceso al barrio de San Gabriel desde el ascensor, en la urbanización trasera del campo de fútbol de Errotarte, en el entorno del frontón de Ugarte y en el campo de fútbol de La Arboleda.

El azulejo tiene un catalizador en una de sus caras "que se activa en presencia de la luz, sea natural o artificial, y transforma los gases contaminantes en productos inocuos para la salud y el medio ambiente", indicó Merino. Otra cualidad es su capacidad para repeler la suciedad "manteniendo su calidad y estética a pesar del paso del tiempo".

El responsable del Área de Obras y Servicios reconoció que en algunas calles están aflorando problemas con el agarre de las baldosas tradicionales, lo que ha obligado a impregnar las plaquetas con unos líquidos especiales para reactivar su efecto antideslizante y evitar los típicos resbalones. Sobre esta cuestión, Fernando Merino no descartó sustituir algunos tramos de acera conflictivos para colocar en ellos las nuevas baldosas ecológicas, cuya fiabilidad ha quedado testada en el laboratorio. El Ayuntamiento ha gastado hasta la fecha 140.000 euros su adquisición.