BILBAO. La iniciativa de poner en marcha la lanzadera de Galdakao por parte de Metro Bilbao costará a la sociedad pública ferroviaria cerca de 185.000 euros como consecuencia de las sanciones que le ha impuesto la Diputación Foral de Bizkaia como autoridad competente en materia de Transportes.
La diputada foral, Pilar Ardanza, informó a las Juntas Generales esta semana del número de actas levantadas por los inspectores de la Diputación y las sanciones económicas que le van a suponer según la Ley de Transportes de Viajeros de Carretera aprobado por el Parlamento vasco en 2004.
En concreto, se abrieron 17 actas sancionadoras por circular con el autobús sin el correspondiente permiso el lunes 31 de enero. A estos expedientes se unieron al día siguiente tres más después de la inmovilización de otras tantas unidades que pretendían conectar la estación de metro de Etxebarri con la localidad de Galdakao.
Los procesos administrativos abiertos han sido considerados por el servicio de inspección foral como muy graves ya que, tal como recoge el punto uno del artículo 54 de la mencionada Ley, se sancionará "la realización de transportes públicos o alguna de sus actividades auxiliares o complementarias careciendo de la concesión o autorización que, en su caso, resulte preceptiva para ello".
Para esta calificación la multa puede ir desde los 4.601 a los 6.000 euros. Según indicó la diputada, las sanciones se han quedado en parte menor de la horquilla, 4.601 euros, por lo que la suma de los 20 expedientes se quedará en poco más de 92.000 euros.
La Ley indica que la multa se tiene que aplicar tanto a la empresa propietaria de los autobuses que circularon esos días, Autobuses Cuadra, como a los promotores del servicio, es decir, Metro Bilbao.
Después de la polémica suscitada esos días y la solución aportada por la Diputación, el viceconsejero de Transportes del Gobierno vasco y presidente de suburbano bilbaino, Ernesto Gasco, anunció que tendrían que liquidar con Autobuses Cuadra el contrato firmado ya que no se iba a prestar el servicio. Aunque no lo especificó es de entender que, la empresa de autobuses, que se encontró en medio del rifi-rafe por la lanzadera, negocie con Metro Bilbao para que sea la empresa pública la que asuma los 92.000 euros de sanciones que le ha imputado la Diputación al ser responsable la compañía ferroviaria. Con lo que al final, el que la propia diputada foral definió como "empecinamiento de los gestores de Metro Bilbao" costará al presupuesto de Metro Bilbao, 184.000 euros.
El primer día del servicio de lanzadera para unir Galdakao con la estación del metro de Etxebarri la propia Ertzaintza obligó a bajar de los autobuses a los sorprendidos pasajeros por orden de la Diputación.
La Diputación había advertido hace meses de que la Consejería de Transportes no podía iniciar este servicio sin su autorización. En todo momento la Diputación defendió que no podía permitir que circulara un servicio sin las autorizaciones pertinentes.