Barakaldo. Tener reconocimiento internacional no siempre es garantía de éxito. Eso es precisamente lo que le está sucediendo a la recién estrenada plaza Pormetxeta en Barakaldo. Aunque el Museo de Arte Moderno de Nueva York ha adquirido la maqueta de este vanguardista y reción inaugurado proyecto que ha costado 10 millones de euros, los vecinos se muestran críticos con el resultado final. DEIA ha pulsado su opinión y los resultados no son nada positivos. Y es que muchos ciudadanos consideran que el recinto tiene deficiencias de seguridad, tanto para los niños como para las mujeres.

La plaza Pormetxeta es un proyecto impulsado por Bilbao Ría 2000 con el objetivo de mejorar la accesibilidad entre el centro de la localidad y los nuevos desarrollos urbanísticos de Urban-Galindo. Aunque nadie pone en duda que sus suaves rampas han mejorado los desplazamientos a pie en una zona marcada por las fuertes pendientes, sí son muchas las voces, sobre todo de padres con hijos pequeños, que observan con temor las alturas entre los diferentes niveles.

"Esto para los críos es un peligro, como se suban por las estructuras metálicas igual hay más de un susto", advierte Armando, un vecino de Urban. José, un joven con un niño de corta edad, comparte esta percepción y considera que "entre los desniveles y las ondulaciones que hace el suelo de la plaza vamos a tener que estar con mil ojos para que no haya un accidente".

Recovecos Cecilia y Espe, dos vecinas de mediada edad, ven con preocupación "la gran cantidad de recovecos" que tiene la plaza, lo que unido a su "escasa luz" puede hacer que se acabe convirtiendo en "un punto negro" para el sexo femenino. A este respecto, Elena, una joven que reside en Pormetxeta, recuerda que el pasado miércoles, al regresar de la cabalagata de Reyes, ya advirtió a su pareja sobre este problema. "De noche las luces son muy bonitas y modernas, pero apenas alumbran. Con unas farolas normales estaría mucho mejor porque es una zona con muchos escondites y creo que va a haber algún tipo de delito o robo".

Otras de las grandes preocupaciones que muestran los vecinos al cruzar la plaza por su zona inferior son las grandes piedras, cuyo peso está soportado por una malla metálica anclada a varios metros de altura. Ana y Pedro, un joven matrimonio, no pone en duda que la infraestructura esté bien amarrada y sea segura, pero opinan que "no hay necesidad de correr el riesgo de que ocurra un accidente".

José, un jubilado que reside en los apartamentos tutelados del antiguo edificio de oficinas de Altos Hornos, critica la falta de zonas verdes y árboles. Las parejas con niños pequeños se muestran apenadas también por la ausencia de columpios más lustrosos, como toboganes y castillos, aunque en este caso un padre sí ha manifestado que esta plaza se encuentra en mejores condiciones que las colindantes para que los menores jueguen.

El día de la inaguración el alcalde de Barakaldo, Tontxu Rodríguez, anunció la instalación de barandillas para proteger las zonas peligrosas. De momento, solo se han colocado unas vallas de obra.