"Estamos agotando el marisco"
Buena prueba de ello fue que ayer el producto estrella de la cita ferial a orillas del Abra, el marisco -cuya venta dejaba ver ya el horizonte del agotado en algunas de los recintos-, hubo de compartir mesa, mantel y demanda con notables cantidades de agua y refrescos, amén del muy apreciado txakoli de Zalla que sedujo a muchos visitantes de la feria que en este décimo aniversario cabalga hacia un nuevo hito de asistencia.
"Esto está resultando tal como habíamos previsto, si no mejor", comentaba a primera hora de la tarde con satisfacción el alcalde galipo mientras, a su lado, un grupo de padres con sus niños hacía una breve cola para dejar a los pequeños en la guardería habilitada por primera vez este año con la colaboración de Ulibarri Euskaltegia.
"Se lo están currando de maravilla ya que ofrece una buena alternativa a los padres para disfrutar de la feria con tranquilidad y no hay más que ver cómo se lo pasan los que están en los talleres", observaba Elorza, señalando a un grupo de chavales presentes en el recinto vallado de 600 m2 de la Euskaraz jolasteko txokoa.
Esta novedad fue muy apreciada por los padres que se acercan a la feria con su retoños hasta el punto de que, según las previsiones de los responsables de los talleres y la ludoteka, se superarán "con creces" los 800 niños atendidos. Ayer el recinto infantil abrió durante todo el día, mientras que hoy domingo el horario en el que los padres podrán dejar durante una hora a su hijos entreteniéndose en el recinto será de 11.00 a 14.00 horas.
Producto agotado Ubicados los niños a buen recaudo, estos padres, junto a miles de vizcainos llegados en parejas, en cuadrillas o en familia aprovechaban el día para recorrer una feria en la que los manjares del mar, en forma de marisco y conservas, pulpos y rabas o pintxos de lo más variado -también se puede comer tortilla- asaltaban los sentidos.
"La venta va muy bien y ya hemos detectado casos que muestran de manera sintomática que la feria va por un buen derrotero. Uno de los puestos de pan, por ejemplo, ha tenido que reponer cerca de 90 barras más porque se le había agotado a media tarde", reseñaba una portavoz de la organización. "Incluso puedo señalar que alguno de los puntos de venta, ayer noche (por el viernes) se quedó sin dar algunas cenas porque se les estaba agotando el género", destacaba el primer edil de Zierbena, quien recordó que el viernes "el golpe fuerte de gente se hizo esperar hasta pasadas las 18.30 horas".
Por contra, la marea humana que se acercó ayer a Zierbena lo hizo de manera bastante escalonada con unos leves picos entre las 13.00 y las 15.00 horas y a partir de las 19.00 horas.
En esos momentos, la feria era un hervidero de visitantes llegados al barrio de El Puerto tanto en la lanzadera desde la parada del metro de Santurtzi (Maestro Calles) como a bordo del barco Ere, con 48 pasajeros procedentes de Bilbao. Este novedoso transporte volverá a acercarse hoy la feria tras largar amarras a las 10.30 horas desde el muelle de Pío Baroja. La vuelta desde el puerto de Zierbena será a partir de las 16.00 horas.
Sin embargo, la mayor afluencia lo hizo en transporte particular. "El parking de la cantera está colmatado y sólo puede usarse según la rotación que se va generando ya que se han ocupado hasta los márgenes del acceso", certificaba un agente de la Policía Local desplegada en el recinto al tiempo que auguraba un lleno en el parking de Aparkabisa. "Está muy demandado porque desde allí cuentan con un autobús gratuito hasta la feria".
Una cita que hoy bajará el telón con la confianza de superar el listón de los 150.000 visitantes del pasado año. Este domingo, la feria ofrece además la oportunidad de disfrutar con las habilidades de los jóvenes que partir de las 13.00 horas intentarán hacerse con la bandera de la Kukaña.