Y al echar la vista atrás, se ve la senda que nunca se ha de volver al pisar...". El poeta, aferrándose a la nostalgia, invita al lector a buscar nuevas rutas, a no dejarse encarcelar en la jaula del pasado. Algo de ello ha ocurrió con el Centro Farmacéutico Vizcaino, simiente de lo que hoy es Unicefar Grupo Cofares, una cooperativa de distribución farmacéutica que hoy ocupa una habitación con vistas al progreso.

Y, sin embargo, hay un rapto sentimental que obliga a recordar a los ancestros. Es sinónimo de corazón grande. Y es lo que acaba de hacer Unicefar Grupo Cofares, con su presidente Carlos González Bosch al frente. Bien escoltado por el vicepresidente de la cooperativa farmacéutica, Juan Ignacio Güenechea; el director general, José Antonio López Arias, el director técnico Txema Eirós y el director territorial de la zona norte, José Luis Crespo. Ellos fueron los encargados de dar la bienvenida en una noche de conmemoraciones, parcada por el concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional Checa dirigida por Inma Shara, esposa, por cierto, de un farmacéutico. A la cita no faltaron la presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Bizkaia, Virginia Cortina, acompañada por el vicepresidente de la institución, Manuel Unzeta; el presidente de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao, Juan Goiria; Susana Borinaga, Carlos Arrieta, gestor de la exposición que desde hace unos días reluce en la sala Andere de María Díaz de Haro; María Abascal, Javier Innerarity, Robarto Cenalmor, Rafa Ferrer, Bruno Domínguez, Gastón Belzunce, Mirian Langarica, Igor Olano, Hiart Legarreta, las hermanas Ana y Eugenia Olaizola; Juana María Frade,Valentín Bazán, Bruno Zumárraga, Mari Ángeles Dulin, el presidente de Unicef País Vasco, Carlos Epalza; Marta Ceberio, Elena Ellacuria, José Monje, Jaime Ortiz de Artiñano y un buen número de invitados que cenaron, tras la música, en el atrio del Palacio. A los postres, Rafael González de Audicana, Miguel Irigoyen y Olegario Díez recibieron la medalla de oro de Unicefar. Para ellos fue el laurel. Para ellos y para los acreedores de la medalla de plata, desde Félix Martínez al propio Juan Igancio Güenechea, pasando por, Josefina López, Amadeo Rifé (la recibió a título póstumo en lo que fue el punto de ebullición sentimental de la noche...), Manolo Sabrás, Javier Garde, Fernando Mogollón, Roberto Aguinaga, María del Carmen Pérez Donis, Antonio Peleteiro, Ángela Mela, Visitación Herrán, José María Arriola, José Antonio Hernández, Teodosio Requejo, Eduardo Manzano, Antonio Alcalde y Javier Azagra.