Plentzia. La estación marina de Plentzia reforzará su funcionalidad para proyectarse como un centro de referencia internacional en 2015. El antiguo sanatorio ganará espacio para la investigación y la docencia con la salida de los tanques de pruebas de larga duración soterrados en el jardín de entrada. La modificación del diseño ha provocado el retraso en la remodelación de las instalaciones, que concluirá en febrero, cinco meses después de la fecha prevista inicialmente.
La Universidad del País Vasco (UPV) ha modificado el proyecto inicial para potenciar la polivalencia de sus instalaciones. El objetivo de la universidad es configurar un espacio puntero en biotecnología para captar a investigadores de prestigio internacional. "Buscamos un centro muy dinámico con movimiento constante de especialistas, investigadores que vienen y se van", anticipó ayer el catedrático de biología marina, Ionan Marigómez.
De hecho, el proyecto estratégico aspira a iniciar líneas de investigación vanguardista de gran transcendencia social, como la obtención de fármacos a través del medio marino. Para estas y otras investigaciones, el centro se apoyará en el programa de captación de cerebros del Gobierno vasco, la fundación Ikerbasque. "Los expertos traerán su conocimiento y nosotros les arroparemos con los recursos de las instalaciones", apuntó Marigómez.
Paralelamente, la estación tratará de consolidar su prestigio docente con el máximo reconocimiento internacional de sus dos masters y postgrados. En este sentido, la universidad trabaja para lograr el máximo distintivo europeo para sus cursos estrellas, el Erasmus Mundus. Los responsables del centro trasladarán también al ámbito académico sus esfuerzos de captación con la inclusión de un ambicioso programa de actividades extraescolares como buceo o navegación.
El centro basa su proyección internacional en la innovación de sus instalaciones, que le han situado en la vanguardia de la investigación marina antes incluso de su inauguración. De hecho, Plentzia está ya incorporado a la red de estaciones europeas y mundial, coordinada respectivamente por Berlín y Charleston.
Entre las grandes aportaciones técnicas se incluyen la primera zona de seguridad en Europa para la investigación de patógenos marinos. Esta instalación dispondrá del máximo nivel de seguridad equivalente al que emplean los laboratorios vascos de referencia para la investigación de las vacas locas.
Asimismo, Plentzia dispondrá del segundo banco de datos europeo de especies marinas. Este servicio permitirá a los especialistas de la UPV disponer de una extensa información para poder realizar diagnósticos precisos sobre las catástrofes medioambientales. "Cuando ocurrió el Prestige nos pedían un análisis sobre el impacto pero no podíamos dárselo porque sin datos no podemos saber nada", señaló el catedrático.
La estación se especializará en el ecosistema del Golfo de Bizkaia incluyendo en él los cauces fluviales. Para ello, reproducirá con fidelidad las condiciones naturales con un aporte constante de 300.000 litros de agua al día procedente de la propia bahía a través de una tubería.
Estas réplicas permitirán realizar experimentos de larga duración de hasta tres años para evaluar de forma precisa el impacto de las alteraciones en las especies. "Las investigaciones a corto plazo que realizamos ahora dicen muy poco porque la vida es a largo plazo", valoró el catedrático.
Por otro lado, la estación se esforzará en abrirse a la localidad de Plentzia para divulgar la ciencia. "Será un diseño abierto para que las instalaciones sean visitables para asociaciones y centros escolares", apuntó. De hecho, destacó que los visitantes podrán tener contactos con los investigadores. Asimismo, las especies de los tanques podrán ser observadas como los acuarios comerciales. La socialización incluye jornadas de divulgación con la celebración de una semana del mar, ciclos de documentales marinos y tertulias marinas.