Lekeitio. EL buen tiempo acompañó ayer el Antzar Eguna de Lekeitio. El calor invitó a los miles de asistentes, tanto lekeitiarras como vizcainos llegados de todo el Territorio, a bañarse en las aguas cálidas de Cantábrico. Vaya si lo hicieron. Daba lo mismo en bañador, en ropa interior, desnudos, o incluso vestidos, con gafas de sol y el resto de complementos incluidos. La cosa era refrescarse y zambullirse en el ambiente festivo de la localidad costera. La coincidencia hizo que al buen tiempo se le sumara el hecho de que el Antzar Eguna, dentro del las fiestas de San Antolín, cayera en domingo, por lo que la asistencia de visitantes fue "bastante mayor que en años anteriores", según fuentes del Ayuntamiento lekeitiarra. "No nos cuesta participar en el Día de Gansos y toda la gente que ha venido lo demuestra", expresó Iker, uno de los espectadores.

El Antzar Jokua es una de las tradiciones más arraigadas en Bizkaia, se celebra el día 5 de septiembre en el puerto lekeitiarra desde hace más de tres siglos y medio. Un espectáculo en toda regla que cada año gana más adeptos. "Un día grande para los lekeitiarras, porque Lekeitio es grande", aseguró el speaker del evento desde la mesa del jurado.

El concurso lo gana el captor que más alzadas realiza agarrado al cuello de un ganso -previamente sacrificado- y que además, consigue arrancarle la cabeza. El vencedor del encuentro de ayer fue Unai Eletxigerra de Auskalo, que consiguió resistir cinco alzadas antes de hacerse con la cabeza del ánade. Éste no fue el único galardonado del día, ya que también se premia al captor que consigue el récord de alzadas. El elegido fue Jesús Mari Soldevila, de Sankarromel, tras aguantar dieciocho levantamientos por parte de los zokatiralaris de los pueblos vecinos, Mendexa y Amoroto. "Aunque no se haya llevado el cuello del ganso, dieciocho alzadas no está nada mal", afirmó Uxue mientras veía la competición desde el muelle del cura.

La celebración del Antzar Eguna comenzó a las 16.05 horas, tras cinco minutos de silencio en señal de protesta por los incidentes, altercados y detenciones que tuvieron lugar el año pasado. "No podemos dejar que se repita. Queremos unas fiestas tranquilas. Itxi Lekitto bakian", repetían los asistentes, además fue el lema de muchas cuadrillas. Pero la fiesta no comenzó entonces, sino mucho antes. Desde primera hora las cuadrillas abarrotaron las calles de Lekeitio con ánimo festivo. Después de un poteo por el puerto y varios locales del pueblo las cuadrillas se reunieron a comer y continuaron con la fiesta hasta que llegó la hora de preparar el potin. "Todos van algo perjudicados, menos el captor. Ése se tiene que cuidar algo más", aseguró Josean, que lleva sesenta años, "toda un vida" viendo el Antzar Jokua.

En la presente edición, el número de embarcaciones participantes fue de 83, un potin más que en 2009. Con la intervención de 60 cuadrillas locales, 22 visitantes y uno de la mancomunidad de Lea Artibai. Todos ataviados con la tradicional camisa de mahón y con el número de participación y el nombre de la cuadrilla a la que pertenecen escrita con tiza en la espalda.

Por contra, el número de mujeres que se animaron a participar en el Antzar Jokua descendió respecto al año anterior. Cinco chicas participaron como patronas y ocho lo hicieron como captoras, frente a la docena que lo hizo en 2009. Los gansos son también protagonistas de la fiesta. Ayer, se colgaron 18 ánades para la fiesta, frente a los 25 de 2009. El que más alzadas realizó, registro 58 levantamientos antes de perder la cabeza.

A pesar del elevado número de asistentes y la gran animación la jornada de ayer transcurrió tranquila, sin incidencias de gravedad. "Todo ha ido muy bien, los participantes se han portado bien y todo ha ido según el tiempo previsto", dijo uno de los miembros del jurado del evento. La falta de incidencias graves se debe también al dispositivo de seguridad establecido por el Ayuntamiento lekeitiarra. Cuatro zodiacs de la Cruz Roja, una moto acuática y una lancha velaban por la seguridad de los captores. Y es que, después de caer de cara, de espalda o de culo contra el agua desde una altura de diez metros muchos acabaron mareados y tuvieron que ser remolcados y atendidos por la Cruz Roja. A pesar de los fuertes golpes, no hubo que lamentar heridos y cuanto más fuerte era la caída más animaba y aplaudía el público.

Zokatiralaris La labor de los zokatiralaris también es dura, y mucho. Aguantan bajo el sol durante tres horas alzando a los captores a más de 10 metros. "A veces estamos más quemados y a veces menos. Si viene uno de 17 alzadas y seguido uno de dos se lleva bien. Lo malo es si seguido de la de 17 viene una de 10. Ahí si que quedamos agotados", explica Juanjo zokatiralari. Y es que, estos hombres pueden llegar a realizar hasta 544 alzadas en un Antzar Jokua, como sucedió en 2001. Aunque lo habitual es que realicen 144, una media de 1,73 por captor, como sucedió ayer. "El día de gansos todos somos zokatiralaris, hay que animarles", aseguró Bego, una lekeitiarra de adopción.