Barakaldo. La operación urbanística de Serralta, un proyecto "vital" para convertir el barrio de Lutxana en el nuevo ensanche de Barakaldo, parece que comienza a despejar los nubarrones que no dejaban contemplar con claridad su futuro. Después de cinco años de recorrido, el Ayuntamiento está convencido de haber dado con la fórmula para desbloquear este proyecto que prevé la construcción de un gran parque de casi 57.000 m2 y 714 viviendas, 158 de ellas de protección oficial, en el solar de la antigua fábrica de Plastificantes de Lutxana. El alcalde, Tontxu Rodríguez, anunció a bombo y platillo durante la anterior legislatura que esta actuación, diseñada por el prestigioso arquitecto inglés David Chipperfield, daría comienzo en otoño de 2007. Tres años después, los terrenos donde esta previsto crear una de las zonas verdes más espectaculares de Ezkerraldea siguen estando completamente abandonados y sin ningún tipo de actividad. Vizcaína de Edificaciones, la empresa constructora que había asumido la responsabilidad de llevar adelante el proyecto, no ha sido ajena a las dificultades de la actual coyuntura económica y al final la propiedad ha quedado en manos de cuatro entidades bancarias: BBVA, Caja Madrid, Bancaja y Caja Cantabria. Aunque esta desoladora fotografía podría varias en cuestión de meses.
El primer edil anunció ayer que ha firmado un decreto que modifica de forma inicial el sistema de actuación, que pasa a ser de cooperación frente al modelo antiguo de colaboración. Esta variación, en la práctica, significa que el Ayuntamiento asumirá la responsabilidad de desarrollar la nueva actuación urbanística, aunque el coste de las obras los distribuirá entre los actuales titulares del suelo.
Rodríguez explicó que el Ayuntamiento ha tomado esta decisión tras constatar en las diversas reuniones mantenidas para abordar las obras que los bancos y cajas reclamaban, según su versión, reducir la inversión en el parque y la aportación de fondos públicos, condiciones que el equipo de gobierno no estaba dispuesto a aceptar, de ahí que, ante la falta de acuerdo, el Ayuntamiento haya optado al final por esta nueva fórmula de gestión. "No podemos permitir que el proyecto se demore por más tiempo ante planteamientos económicos de las entidades financieras que al parecer sólo piensan en los euros", remarcó ayer el alcalde.
El proceso de cambio de sistema culminará en septiembre. De forma casi paralela está previsto que se complete el proyecto de urbanización, cuyo coste total rondará los 13 millones de euros, y que podría ser aprobado a final de año. "El objetivo es contratar la obra de urbanización en 2011 y poder iniciar automáticamente la edificación de las viviendas protegidas, cuya construcción correrá a cargo de la sociedad municipal Eretza", avanzó el regidor. Los pisos de precio libre "se harán cuando los bancos lo consideren oportuno", apostilló el concejal de Urbanismo, Jesús María González Suances.
Este diario se puso ayer en contacto con las tres cajas de ahorros afectadas, que por el momento no han realizado valoraciones sobre esta noticia.