Amorebieta-Etxano
Hay una escultura polémica en Amorebieta-Etxano que es conocida allí donde se menciona. Los zornotzarras decidieron bautizarla porque llegó al municipio sin nombre. Familiarmente, se conoce como La Patata. ¿Quién sabe, por lo tanto, si no es un monumental tributo a Jose Mari Etxebarria, legendario cocinero del restaurante El Cojo? Así podría haberlo barruntado el añorado crítico gastronómico de Euba, José Luis Iturrieta. Y es que si el bacalao con salsa engordada por el mítico Farutxi es una especialidad de la casa, la patata era el complemento que lo hacía grande, único en la memoria histórica del gusto.
Desde el pasado jueves, José Mari Etxebarria (4 de diciembre de 1938) forma parte del exquisito palmarés de pregoneros que tiene su amado Amorebieta-Etxano. El de Kaitana, junto al cocinero Juantxu Larruzea y a otros jóvenes restauradores zornotzarras, fue el entremés oficial del menú festivo más extenso de los municipios de Bizkaia. Ellos pusieron la salsa txupinera. "¡Me emocioné!", resume Farutxi ante su mujer, Bego Azketa, y su hijo mayor, Iñigo, quien continúa con la dirección del famoso restaurante ubicado en la calle Gregorio Mendibil. Tras las palabras de Juantxu, su colega y amigo, Farutxi, "maestro de maestros" de la localidad, soltó un "Gora Zornotzako jaiak eta gora Euskadi!".
Jose Mari es la segunda generación de El Cojo, sobrenombre de su padre, Anselmo. "Mi padre puso al restaurante su nombre, Anselmo Etxebarria. Pero una noche de chufla el productor de vinos, Zacari, le cambió por el de El Cojo, porque mi padre antes había trabajado como ferroviario, le pasó un tren por encima y quedó cojo. Y así quedó el restaurante, El Cojo", relata Farutxi.
Con catorce primaveras a sus espaldas, Jose Mari aprendió los primeros truquillos de los fogones en Matxinbenta, en Bilbao, y la oferta repostera en la pastelería Jauregi, también en el botxo. Al tiempo, comenzó a compartir recetas con su padre Anselmo. "Entonces se trabajaban todas las horas. Yo no conocí vacaciones nunca", asegura.
Por aquellos tiempos, Bego comenzó a trabajar en la cocina y en el comedor. "¡Ahí surgió el flechazo! Y como entonces estaba mal visto que las parejas trabajaran en un mismo lugar, volví a casa", recuerda Bego, de Muniketa, en Muxika. En 1973 se casaron. Tras cambios en el restaurante, "nos quedamos los dos al cargo". Entonces comenzó una nueva época en la que se daban bodas de hasta 250 invitados y con el pollo como plato fuerte.
En 1993 vendieron el local de la calle San Miguel y Farutxi cayó enfermo. La familia decidió entonces trasladar el negocio, por donde habían pasado personalidades como Javier Clemente o el equipo al completo de la Real Sociedad, a la calle paralela, Gregorio Mendibil. Y reabrieron El Cojo como un "negocio familiar chiquitín", califica Bego, que se ha jubilado este mismo año y quien asegura que su éxito ha sido su calidad de oferta de "cocina tradicional, con las salsas, la caza y la repostería" como platos fuertes.
Farutxi y Bego echan en falta "aquellas fiestas" de Amorebieta-Etxano cuando el día de Santanatxu "todo el pueblo se quedaba hasta las siete de la mañana a la chocolatada". El Cojo ofertaba cena con orquesta, tal y como hará el próximo martes.
Sin embargo, el comienzo de estos Cármenes ha sido especial para los Etxebarria-Azketa. "Estamos muy agradecidos por el trato que nos han dispensado desde la comisión de fiestas, el Ayuntamiento y todo el pueblo. ¡Agradecidísimos!". Si el jueves Farutxi fue pregonero de excepción, décadas atrás este también recordado cantante fue anfitrión y maestro de numerosos aprendices de cocinero y razón de numerosas anécdotas. "El padre de Karlos Arguiñano era transportista y paraba aquí a comer. En una ocasión, vino el propio Karlos al restaurante a probar la merluza con patatas porque su padre se la había recomendado", rememora Farutxi. También pasó el cantante y actor Joselito, porque "vino a rodar una película a Gernika".