Zierbena. El próximo día 7 de abril comenzará en el puerto de Zierbena la segunda fase de las voladuras programadas para aumentar el calado en torno a los pantalanes del puerto deportivo, según avanzó ayer Eugenio Barquín, consejero delegado de la empresa pública Zierbena Portua.

"Las voladuras se iban a realizar la próxima semana pero problemas con la huelga de guardas jurados, ha provocado el retraso", indicó Barquín. A su vez, recordó que esta obra se realiza por parte del Ayuntamiento de manera subsidiaria "ya que existe una reclamación judicial contra la adjudicataria por las deficiencias observadas en la obra".

Entre estas deficiencias, destaca precisamente la falta de calado en algunas zonas del puerto deportivo y que supone la merma de uso "para cerca de un 30% de los más de 200 amarres con que cuenta el puerto", indicó Barquín.

Para solucionar este problema de tanto impacto en una población marinera como Zierbena , "que no puede esperar a una resolución judicial que puede demorarse mucho tiempo", el Ayuntamiento invertirá cerca de 250.000 euros en la habilitación de un calado suficiente "que tendrá entre 1 y 1,5 metros en marea baja. Paralelamente, Zierbena Portua aprovechará la presencia de la empresa especializada que habilitará el fondo marino para crear un canal de unos 12 metros de ancho por unos 100 metros de largo desde el puerto deportivo hasta la bocana de acceso "y eliminaremos dos puntas de roca existentes frente a la cofradía de pescadores que aunque sean conocidas por los pescadores, restan fondeadero", señaló.

Control exhaustivo Para aumentar el calado, situado actualmente en torno a medio metro bajo el agua, la empresa adjudicataria ha obtenido permiso para emplear hasta tres toneladas de Goma-2 ECO, lo que exige la contratación de un guarda jurado, que junto al técnico de minas de la empresa deberá recepcionar el explosivo en presencia de la Guardia Civil. "El explosivo tarda dos días en estar disponible y sólo se tienen 24 horas para anularlo, por lo que todo tiene que estar bien planificado para no tener que destruir el explosivo", señalaba el facultativo de minas de la empresa Marcor Xove, encargada de las voladuras.

Según explicaron desde la empresa, se prevé la realización de entre 10 y 15 voladuras de unos 200 kilos cada una. Para ello, una perforadora que viaja en una barcaza, realizará cerca de 70 agujeros para cada voladura, de unos dos metros de profundidad, que serán rellenados por un buzo artillero para su explosión.

Según explicó Eugenio Barquín, "esperamos que el nuevo calado pueda estar listo antes del verano".