Santurtzi. Pese a que aún resuenan los ecos de la polémica del colegio Hijas de la Cruz, el Ayuntamiento de Santurtzi sigue dando pasos para evitar que este tipo de casos de especulación urbanística vuelva a repetirse. Según ha podido saber DEIA, el equipo de gobierno (PNV) llevará al pleno en el plazo de mes y medio la propuesta de modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para blindar -como ya se hiciera con La Cruz- el resto de centros escolares de la localidad. Ese será el primer hito para la aprobación definitiva de una medida que será realidad a finales del presente año. Así, al concluir 2010, San Francisco Javier, el Patronato, el Colegio San José Hermanas Carmelitas y San José de Calasanz estarán blindados frente a cualquier intento de construir en su suelo.
El equipo de Ricardo Ituarte ya ha iniciado la redacción de ese cambio en el Plan General para dar los pasos previos de un proceso con cuyo desarrollo se cumple el acuerdo plenario adoptado en septiembre de 2006. En aquel entonces, la polémica de La Cruz acababa de salir a la luz. Frente a un equipo de gobierno conformado por PSE y PP que dio cobertura a la operación millonaria en ese centro, la oposición logró forzar la paralización del caso. Y, a iniciativa del PNV, consiguió que el pleno municipal aprobara modificar el PGOU para hacer extensivo el blindaje a todos los centros de la localidad. Pasaron los meses y los anteriores responsables municipales no dieron ningún paso para iniciar el proceso de reforma del Plan General.
Con el cambio de legislatura y la llegada del PNV a la Alcaldía, se blindó primero el colegio de La Cruz, debido a la urgencia del caso. Y ahora, el alcalde Ituarte y sus concejales abordan el blindaje en conjunto del resto de colegios concertados santurtziarras -los públicos son dominio público, no se pueden enajenar y están sujetos a uso educativo.
Con un doble objetivo El objetivo de esta medida es doble. Por un lado, se cumple el compromiso adquirido por el pleno e impulsado por los jeltzales, que ahora gobiernan el municipio. Por otro, se consigue poner una traba importante a cualquier deseo futuro de otro equipo de gobierno para retomar los planes que lideró el PSE; aunque podría modificar de nuevo el PGOU, este paso sería un obstáculo relevante en cuanto al procedimiento habitual.
El celo mostrado en esta cuestión por los actuales responsables municipales tiene su explicación más elocuente en la experiencia previa. Dos de los colegios a los que se va a extender el blindaje ya han sido mordidos antes -previamente a La Cruz y con el beneplácito de los socialistas, que gobernaban entonces en la localidad - para construir viviendas en sus solares: San Francisco Javier -el primero en ver mermado su terreno- y el Patronato.
Y, por eso, la medida que verá la luz antes de que concluya este año tendrá una especial repercusión en ellos. En San Francisco Javier, la modificación del PGOU que plantean los jeltzales contribuirá a contrarrestar el convenio que se firmó en su día, cuando se inició la construcción de viviendas en su suelo, para poner fecha de caducidad a la actividad docente del centro escolar. Permitirá, además, garantizar la pervivencia de la actividad educativa en el edificio en el que ahora se encuentra el colegio.
En el Patronato, se garantizará la protección del elemento catalogado, el inmueble en el que se encuentran ubicadas las aulas del centro.