ABANTO. La edificación del polígono industrial El Campillo I sobre terrenos de relleno minero se ha convertido en un calvario para las arcas municipales que debe afrontar costosas inversiones -la última planificada supone 310.590 euros- para mantener el firme de los viales por donde transitan a diario miles de vehículos de gran tonelaje.

"En estos terrenos existen gran cantidad de caleros, antiguas zonas de extracción de cal, que se hunden provocando grandes socavones y hundimientos que afectan al firme", reconocía el alcalde de Abanto, Manu Tejada, quien asume con resignación que la titularidad de los viales de esta primera fase sea municipal.

"Cuando se entregó este polígono no se constituyó una junta de propietarios y los viales se cedieron al Ayuntamiento, mientras que en las fases siguientes, o en el polígono Abra Industrial, ya existen estas juntas que se hacen cargo del mantenimiento", indicó.

En esta ocasión con los 310.590 euros presupuestados se llevaría a cabo la renovación de un tramo de unos 6.000 metros cuadrados del asfaltado viario principal, con dos tipos de asfaltos. Asimismo, se actuará también en el sistema de recogida de aguas pluviales. "Se trata de un parche para paliar los efectos sobre el tráfico rodado ya que su arreglo definitivo supondría una inversión de una gran magnitud".

Para llevarlo a cabo, el Ayuntamiento minero ha solicitado al ministerio de Industria, Turismo y Comercio una subvención del 50% con cargo al programa de ayudas para actuaciones de reindustrialización en Ezkerraldea. "Estas obras están supeditadas a la concesión de esta subvención, ya que por su cuantía no podría ser asumida en solitario por el Ayuntamiento y menos en la actual situación de merma de ingresos", apuntó Tejada.