BILBAO. La diputada de Cultura de la Diputación foral de Bizkaia, Josune Ariztondo, ha asegurado hoy que "no hay vuelta atrás" al cierre de las Cuevas de Santimamiñe que fue decretado en 2006 tras el fuerte deterioro de la gruta y sus elementos artísticos y prehistóricos, como los restos y pinturas rupestres.

Aristondo ha realizado esta valoración hoy en Bilbao durante el balance del período 2008 y 2009 de los trabajos de conservación, difusión y puesta en valor del conjunto arqueológico de Santimamiñe. Allí, la máxima responsable de Cultura del ente foral ha opinado que la decisión de no permitir el paso del público a la cueva fue "muy acertada" y "necesaria".

Diversos estudios determinaron que la iluminación, el incremento de la temperatura en el interior y las altas cantidades de CO2 producidas por el trasiego de los visitantes fuero provocaban daños en el conjunto de las pinturas que forman parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde julio de 2008.

En este sentido, el jefe del Servicio de Patrimonio Cultural de la Diputación Foral de Bizkaia, Andoni Iturbe, ha dado a conocer que los datos del nivel de CO2 en el año 2005 en la Cámara de Pinturas era de 5.000 partes por millón (ppm) y "superaba, según los expertos, el nivel aconsejable para las correctas pautas de conservación que se tenían que dar en la cámara". Tras el cierre de la gruta, los datos obtenidos en 2008 reflejaron que el nivel de CO2 había descendido a 3.800 ppm. "Los datos están demostrando que el cierre fue una decisión correcta" ha dicho Iturbe.

Sin acceso al público, se inició una nueva andadura en marzo de 2008 donde las Cuevas de Santimamiñe se han convertido en los últimos 20 meses en un centro de I+D+i que ha contado con la participación de una veintena de centros de investigación de todo el mundo. Un programa que tendrá una duración hasta el año 2013.

Las investigaciones realizadas en los últimos meses han dado como resultado una "profundización del conocimiento del hábitat neolítico (5.500 - 5.000 BP) y azulienze (10.100 - 10.000 BP) con ocupaciones en el interior de la cueva donde se han localizado hogares estructurados que ofrecen una idea de que los habitantes de la cueva conformaban una forma de vida bastante predefinida, según ha explicado Iturbe.

Por primera vez se han documentado que los primeros hombres que vivían en la Cueva de Santimamiñe usaban conchas, especialmente de ostras, "como herramientas para el procesado de materia animal y vegetal" y que comían merluza y un tipo de cetáceo sin determinar. Asimismo se confirma que tenían animales domésticos de tipo ovicaprino, bovinos y porcinos.

Los equipos de investigación que se encuentran trabajando en la cueva han iniciado el análisis del ADN de los restos humanos hallados en Santimamiñe, incluyendo los restos recuperados en las campañas antiguas de Aranzadi, Barandiarán y Eguren.

"Se ha recuperado un nuevo arpón de la época magdaleniense (entre 12.500 y 11.800 años antes del presente) de gran calidad artesanal que se une al repertorio de arpones procedentes de Santimamiñe recogidos en anteriores campañas de excavación" ha detallado Iturbe, al que se suma la recuperación de 13 monedar romanas de bronce que se suman a las 106 descubiertas en las campañas del siglo pasado.

Las investigaciones también se han llevado a cabo en la Cueva de Lezika situada en el interior de la Ermita de Santimamiñe. Allí, los expertos han localizado una de las colecciones más importante de rinoceronte lanudo de toda la península. Finalmente en la Necrópolis tardoantigua de San Mamés se ha encontrado un cuenco y una pequeña hacha del siglo VII después de Cristo.

VISITAS VIRTUALES

A las investigaciones de los 17 centros de investigación se han unido las visitas semi-virtuales a la cueva, por la que ya han pasado 20.276 personas entre los meses de marzo de 2008 y diciembre de 2009. Con cita previa, un grupo máximo de 20 visitantes pueden acceder al hall de la Cueva de Santimamiñe junto a un monitor que les explica todas las características de la gruta y los trabajos que se encuentran realizado los investigadores en su interior.

"De allí no pasan" ha asegurado Ariztondo. Tras entrar en la cueva los visitantes se dirigen a la Ermita de San Mamés en Kortezubi que la Diputación está utilizando como Centro de Interpretación. Allí los el grupo es testigo de una recreación, mediante una sofisticada réplica virtual en 3D, de la totalidad de la cueva. Las visitas se realizan tanto en euskera, castellano, inglés y francés.