Aralar pregunta al Gobierno vasco si la cantera de Tellitu tiene licencia o hay planes de regeneración
La plataforma Barakaldo Naturala indica que algún ingeniero ha visitado el entorno hace poco
Barakaldo. El grupo parlamentario de Aralar ha formulado una serie de preguntas al Gobierno vasco relativas al estado actual de la cantera de Tellitu, situada en el entorno rural de Barakaldo, para aclarar si su periodo de explotación ha finalizado ya y saber si existe algún proyecto de recuperación para el entorno.
Aunque la instalación lleva años abandonada, las asociaciones ecologistas de la localidad fabril han denunciado en varias ocasiones que la zona sigue incluida dentro del catálogo de zonas canterables de Euskadi, una situación que, bajo su punto de vista, deja entreabierta la puerta a una futura extracción de material.
Para esclarecer su situación, Dani Maeztu, parlamentario de la formación abertzale, trasladó un escrito, el pasado 11 de diciembre, al consejero de Industria e Innovación, Bernabé Unda, interpelándole para que responda por escrito si la cantera todavía se encuentra en periodo de explotación y, en caso negativo, indique durante qué años estuvo en vigor el permiso de extracción así como la empresa titular. Aralar le ha pedido además que explique si existe algún proyecto de recuperación del entorno, dado que se encuentra radicada en una de las zonas con mayor valor ecológico del municipio.
Tras ser vallada hace dos años, la plataforma Barakaldo Naturala explicó hace apenas unos días que últimamente se han registrado "movimientos" en torno a la cantera de Tellitu. "Parece que algún ingeniero del Gobierno vasco o de Diputación ha visitado la zona, puede que con intención de desmantelarla", señala Leire Martínez, miembro de la asociación conservacionista. Los colectivos ecologistas de la localidad fabril rechazan frontalmente el inicio de la actividad extractiva alegando que supondría una "amenaza" más para el entorno natural de Barakaldo, "como la Supersur". De hecho, su apuesta pasa por cerrar definitivamente este convulso capítulo de la historia de Barakaldo ratificando que no se va a explotar y acompañando esta decisión "con un plan de regeneración".
La cantera comenzó a construirse en 1976 y tres años más tarde las obras se paralizaron mediante un decreto de alcaldía. A comienzos de los años ochenta el Ayuntamiento de Barakaldo acordó proteger este entorno en las normas subsidiarias, decisión que fue recurrida por la empresa propietaria. Mientras tanto, en la localidad se generó un amplio apoyo social en contra de la actividad extractiva que culminó a finales de 1985 con una gran marcha popular en su contra.