Del camping al glamping, así se dispara el gasto en el BBK Live
Entre bonos, camping, glamping, cenas y merchandising, la factura del BBK Live varía según el estilo de cada asistente
El Bilbao BBK Live no es solo un festival de música, es una experiencia completa que transforma Kobetamendi durante varios días cada julio. Miles de personas acuden para disfrutar de conciertos, naturaleza y convivencia, pero también deben hacer frente a un gasto que varía mucho según el tipo de plan que cada asistente elija. Desde quienes se apuntan un solo día hasta quienes optan por glamping de lujo, vivir el BBK Live puede costar desde 75 euros hasta más de 800.
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El bono general para acceder a los tres días de conciertos cuesta 175 euros, a lo que hay que sumar el alojamiento. La opción más económica es el camping básico, que añade 25 euros más e incluye acceso durante cuatro noches. De este modo, el precio total por estar todo el festival con tienda propia se sitúa en 200 euros por persona. Esta fórmula es la más popular entre jóvenes, cuadrillas y público local que prioriza la música por encima de las comodidades.
"He cogido el bono de los tres días y, además, con lo que gastaré por día, gastaré casi 300 euros", explica Marina Labanda, de Barakaldo, mientras espera a su primera consumición. En su caso, el presupuesto incluye comidas en el recinto, consumiciones y alguna compra de ropa del festival. A pesar del desembolso, repite edición tras edición.
Experiencia con más confort
Pero también hay quienes prefieren vivir la experiencia con más confort. El festival ofrece tres opciones de glamping que permiten dormir en tiendas ya montadas y equipadas, evitando cargar con material de acampada y ganando en descanso. La modalidad más asequible cuesta 650 euros para cuatro personas (162,5 euros por cabeza), la intermedia sube a 800 euros para cuatro (200 por persona), y la más completa se sitúa en 1.200 euros para ocho asistentes, lo que deja el coste individual en 150 euros. A estos importes hay que añadir, eso sí, el bono de entrada, por lo que el coste total puede situarse entre 325 y 375 euros por persona, solo entre entrada y alojamiento.
A partir de ahí, los gastos varían según el estilo de vida festivalero. Muchos asistentes preparan una compra previa de alimentos para el desayuno y la comida, sobre todo si están en el glamping, con un gasto estimado de unos 70 euros. Sin embargo, las cenas suelen hacerse en el recinto, donde la oferta gastronómica es amplia, pero con precios que rondan los 10 a 15 euros por plato. Comer tres noches en el festival puede suponer unos 40 a 50 euros más, dependiendo de lo que se elija.
El consumo de bebidas es otro punto clave en el presupuesto. Aunque en la zona de camping no hay agua potable, dentro del recinto del festival sí existe una zona específica donde se puede rellenar botellas gratuitamente, algo que agradecen muchos asistentes. Aun así, buena parte del público consume bebidas en las barras del recinto, y los precios son elevados: una botella de agua cuesta 3 euros, los refrescos 4,5, una cerveza 5,5, el kalimotxo 6 euros y un cubata 11,5 euros. Con consumiciones moderadas, el gasto medio en bebidas durante los tres días puede situarse entre 60 y 100 euros, aunque fácilmente puede superar esa cifra si se consume con frecuencia.
A todo ello se añade el merchandising oficial, una tentación habitual para quienes quieren llevarse un recuerdo del festival. Las camisetas cuestan entre 30 y 40 euros, las tote bags unos 15 y las sudaderas alcanzan los 60 o 70 euros. En total, el gasto por persona para quienes viven el festival a fondo, con glamping, comida en el recinto, consumiciones y algún recuerdo puede superar fácilmente los 700 o incluso 800 euros.
Forma más económica
Frente a esa experiencia completa, también es posible vivir el BBK Live de forma más económica. Asistir un solo día cuesta 75 euros con la entrada diaria, y muchos optan por subir y bajar desde Bilbao sin necesidad de acampar. Quienes se quedan todo el festival pero llevan su propia tienda, preparan bocadillos en el camping y beben agua de las fuentes pueden pasar tres noches en Kobetamendi por algo más de 200 euros, sin renunciar a los conciertos ni al ambiente. "Al ser de aquí, el ahorrarme la estancia y el viaje es un punto clave para venir al festival", reconoce Uxue García, de Bilbao, que acude desde hace años con su cuadrilla montando tienda en el camping.
A todos estos gastos hay que sumar el transporte hasta Bilbao, un aspecto clave para quienes vienen desde otros puntos del estado o del extranjero. Para quienes llegan desdeMadrid o Barcelona, el tren o el autobús suele rondar entre 50 y 80 euros ida y vuelta, dependiendo de la antelación con la que se compre. En cambio, quienes eligen el avión desde ciudades como Sevilla, Valencia o incluso destinos europeos como Londres, París, Bruselas o Berlín, pueden encontrar vuelos por 80 a 150 euros ida y vuelta, aunque los precios se disparan si se reservan cerca de la fecha del festival. "Entre el avión y los 4 días del festival nos dejaremos un tercio del sueldo de este mes", comenta con humor María del Castillo, llegada desde Almería junto a dos amigas. Para muchas personas jóvenes, el BBK Live representa el principal viaje del verano.
La variedad de precios refleja la capacidad del festival para adaptarse a distintos perfiles. Desde grupos de amigos que repiten cada año durmiendo en esterillas hasta parejas que eligen tiendas premium para vivir el BBK Live como una escapada con glamour, todos encuentran su sitio en el monte. Sin embargo, no faltan las críticas a los precios elevados dentro del recinto, especialmente en bebida y comida, que para muchos son difíciles de asumir tras pagar la entrada.