Tras una profunda rehabilitación, el emblemático edificio de 1970, obra de Álvaro Líbano y Ricardo Beascoa, abrirá sus puertas para ofrecer una experiencia cultural renovada y adaptada a las exigencias del siglo XXI. La intervención, que afecta a casi 6.000 metros cuadrados, no solo ha mejorado la seguridad, accesibilidad y protección contra incendios, sino que conecta de manera inteligente este icónico edificio con la nueva ampliación Agravitas, diseñada por Norman Foster y Luis María Uriarte, prometiendo una oferta museística potente y contemporánea.

La presentación oficial del proyecto, celebrado este viernes, sirvió para subrayar la relevancia de esta reapertura. Miguel Zugaza, director del museo, definió este momento como “un hito histórico para Bilbao y para el arte contemporáneo”, subrayando la importancia cultural de la obra. Por su parte, Guillermo Zuaznabar, conservador jefe, explicó detalles técnicos de la reforma: “El suelo continuo vendrá desde la ciudad y pasa por debajo del edificio”, evidenciando cómo la rehabilitación favorecerá la integración del museo en el entorno urbano.

La diputada general Elixabete Etxanobe destacó el valor del proyecto y su complejidad: “Ha sido una labor compleja y exigente, hecha con discreción respetando a los demás arquitectos y que pone en valor el edificio de Líbano y Beascoa”.

La programación, que arrancará con la reapertura, está a la altura de las expectativas. Bajo el programa especial A(r)teak zabalduz, que se prolongará hasta junio de 2026, el edificio de 1970 acogerá exposiciones y actividades que celebran la riqueza artística local e internacional. En la planta baja, la muestra Atari (bat) convertirá el antiguo porche en un espacio dinámico con más de treinta obras, que incluyen murales y esculturas sonoras. Destaca la restauración del mural Euskadi, de Agustín Ibarrola, junto a proyectos de artistas euskaldunes contemporáneos como Itziar Okariz y Maider López.

En la primera planta, la atención se centrará en la potente exposición dedicada a Georg Baselitz, uno de los pintores alemanes más influyentes del último medio siglo. Con medio centenar de obras creadas en la última década, sus lienzos monumentales transmiten una expresividad única que invita a reflexionar sobre el paso del tiempo y la fragilidad humana. Comisariada por Norman Rosenthal, la muestra es una experiencia visual y emocional que no dejará indiferente a nadie.

En febrero de 2026, el museo dedicará una gran retrospectiva a la arquitecta Denise Scott Brown, pionera en la crítica social y cultural dentro de la arquitectura. Con más de cien piezas –desde dibujos y maquetas hasta mobiliario– esta exposición revelará su influyente trayectoria y su colaboración con Robert Venturi.

Finalmente, en 2028 llegará la ambiciosa exposición Paralelos / Meridianos con una panorámica única del arte moderno y contemporáneo. Esta muestra ofrecerá un recorrido desde las raíces del arte vasco hasta las expresiones más actuales.

Este octubre, Bilbao no solo abre parte de un museo, sino que enciende un nuevo motor cultural. El Bellas Artes regresa con una energía fresca, cargada de propuestas que invitan a vivir el arte de manera intensa y cercana. La rehabilitación del edificio de 1970 no es solo un cambio de cara, es una apuesta por conectar con la ciudad, con sus historias y con las nuevas formas de entender el arte y la cultura.

Octubre marcará un antes y un después en la vida cultural de Bilbao, pero –por si fuera poco– en junio llegará la reforma total del museo con la esperada estructura Agravitas. La ciudad respira arte, historia y futuro, todo en una sola pincelada.