El conflicto que los vecinos de un bloque de pisos de Olabeaga vivieron en los últimos años con unos usuarios de Viviendas Municipales que "generaron bastantes problemas" en el vecindario parece "volver a repetirse con otros inquilinos", según cuentan varios del bloque ubicado en Camino de la Ventosa número 50 a este periódico.
Por un lado, denuncian presuntos daños como "tirar cigarros encendidos por la ventana para quemar la ropa a la vecina de abajo" o "saltar encima de su habitación para no dejarla dormir". Según indican, lo hace porque "es una vecina que se ha quejado de las molestias que genera". En esta dirección, el vecindario asegura "tener pruebas" de sus actos.
Las y los vecinos exponen que llevan unos meses "que están siendo un horror". "¿Tienen el mismo derecho que nosotros que respetamos las reglas y respetamos a nuestros vecinos? Eso no puede ser así, no somos un número", apuntan. El vecindario expone que "hay gente mayor en el edificio que claro que se asusta con esos gritos". De hecho hay algunos que "ya no abren la puerta casi ni al cartero".
"No me lo puedo creer"
Por otro lado, la usuaria de viviendas municipales asegura que es "una falsa acusación". Conchi García, trabajadora de la asociación para la defensa social, Belaunaldi Galdua, conoce a la perfección a la familia. "A ella nadie se le ha quejado", señala al mismo tiempo que expone que se trata de una "familia vulnerable" compuesta por una mujer y un hijo.
"Pegan gritos cuando tienen una discusión, como en cualquier casa", matiza García. "Llegar hasta este punto me parece muy fuerte", manifiesta. "Si esto sigue así tendremos que ir contra la comunidad", clarifica la trabajadora de Belaunaldi Galdua al mismo tiempo que remarca que "no es la única vecina que hace ruido en el edificio".
Conocedora de la situación que ha vivido la familia, no da crédito a los actos que el vecindario denuncia. "No me lo puedo creer, es imposible", afirma sobre la situación que los vecinos califican de "insostenible" hasta el punto que, según indican varios vecinos, "nos llaman de todo". Conchi García aclara que "discusiones tienen porque decir que no sería mentir" pero mantiene que "no es conflictiva para nada".