Los precios de los pisos suben de forma constante, sin grandes estridencias, el mercado se mueve, hay oportunidades de compra, interés por vender, liquidez y facilidades de financiación por los bajos tipos de interés. Son cuestiones que animan el mercado. Sin embargo, el presidente del colegio de Agentes de Promoción Inmobiliaria de Bizkaia, José Manuel González Robles, descarta cualquier riesgo de burbuja inmobiliaria y, por tanto, de un estallido en el mercado.

“No hay riesgo, ninguno, por una sencilla razón: la burbuja de 2009, la crisis financiera, se generó porque la banca cerró el grifo de la financiación, había un sobreendeudamiento, más a nivel estatal, porque aquí no lo notamos tanto, no hubo tanto drama. Ahora la situación general es totalmente diferente”, subraya. Los niveles de endedamiento son bajos y los de ahorro están en máximos.

Según explica, en los años de la crisis había un excedente de vivienda de obra nueva, que ahora “no existe”. “No se construye nada, todo lo contrario, hay necesidad de vivienda y por otro lado la banca, entonces, no quería dar préstamos” al contrario que ahora.

“No voy a decir que es una guerra de hipotecas, pero las entidades financieras quieren captar crédito nuevo y se han lanzado a buscar clientes con ofertas a la baja en las hipotecas”, subraya.

Sí hay riesgo, por ejemplo, de que haya compradores que “paguen algo más de lo que valen las cosas, si tiene una necesidad y se vea después obligado a vender”. Esa persona “se puede pillar los dedos” pero el presidente de las inmobiliarias descarta que se produzca “de manera generalizada”.

Asimismo, recuerda que antes de la crisis financiera se “compraban muchos pisos sobre plano y hubo mucha obra que se quedó a medias”. De forma paralela, “había muchas familias hipotecadas, y si ahora el tope del crédito es el 80% del precio de compra, antes te daban el 120 o el 130%. Había un sobreendeudamiento que ahora mismo no se produce”.

Añade otra derivada, el nivel de deuda respecto a los ingresos. Así afirma que si la recomendación es no superar un 33% de endeudamiento o de pago de alquiler en relación a la nómina, la media está en estos momentos en el 27%. Y recuerda que cuando explotó la burbuja inmobiliaria había familias que superaban el 40 y el 50% y no resistieron el impacto.

Como paradigma de los años en los que el mercado estaba desbocado recuerda que cuando abrió su inmobiliaria en Portugalete en 1989 se convirtió en la número siete del municipio y en 2007 se alcanzaron las 47. La cifra se estabilizó en 2013 en 14.

¿Cómo puede afectar el dinamismo del mercado a los precios medios de la vivienda? “Cuando hay poco piso de nueva construcción, las familias acuden al mercado de segunda mano y cuando también hay poco piso de segunda mano pues lógicamente el propietario que lo tiene negocia menos”, responde González Robles.

Sin excedentes de vivienda

La clave con todo es la estructura residencial de Euskadi en general. No hay un excedente de vivienda como ocurre en el Mediterráneo, Madrid, Barcelona o Andalucía. “Aquí prácticamente todo lo que se construye es para cubrir las necesidades de las familias, vivienda habitual, no es para segunda residencia”, afirma. Esa circunstancia frena escaladas fuera de rango de los precios

Según añade González Robles, el hecho de que se construya poco en Bilbao ha llevado al mercado a volcarse en la segunda mano y, lógicamente, ha aumentado la demanda. Además, “en lo poco que se está construyendo, los promotores saben que tienen que ajustar precios, de modo que no van a cobrar algo totalmente desproporcionado, todo lo contrario”.

En relación al mercado del alquiler, el presidente de los Agentes de Promoción Inmobiliaria observa una caída de la oferta por la nueva ley que impide al propietario desalojar al inquilino que se declara vulnerable aunque no pague la renta. “Hay propietarios que cuando resuelven los contratos están vendiendo y el que quiere acceder a un piso de alquiler está condenado, porque parece que la ley te aboca a compartir vivienda por habitaciones. Muchos propietarios han cambiado de tercio y consideran que es más seguro en caso de impagos”, concluye.