Los hinchas del Tottenham Hotspur se han hecho notar desde primera hora de la mañana de este miércoles. En un ambiente festivo y familiar, un goteo constante de aficionados que ha ido llenando el recinto habilitado en el barrio bilbaino de Ametzola, convertido este miércoles en el epicentro de la afición londinense.
Incluso el batzoki del barrio se ha despertado con un aire distinto. Desde las 9.00 horas, medio centenar de ingleses aguardaba en sus puertas pidiendo las primeras cervezas del día. Muchos, como Steve y Boyze Parson, acababan de llegar a Bilbao Intermodal tras 24 horas de autobús. “Hemos pagado 289 libras; los vuelos costaban el doble”, comentaban aún con las mochilas a cuestas.
En la fan zone preparada para los seguidores del conjunto británico también ha habido sitio para la afición rojiblanca. Jose Agirrezabaldegi ha sido de los primeros en llegar. “No me da tanta pena que el Athletic no esté en la final, porque yo asocio al Athletic con viajar en familia, y este año no había viaje”, bromeaba mientras, entre risas, camareras y camareros disfrutaban contemplando la representación local entre la marea inglesa.
Los hinchas del Tottenham también han dejado gestos de cariño hacia la ciudad y hacia el club bilbaino. Algunos lucían camisetas del Tottenham con el nombre de la ciudad estampado en la espalda. “Las compramos en eBay”, decían con orgullo. El Athletic no ha pasado desapercibido para los británicos, que han fotografiado y señalado las banderas zurigorris que cuelgan de muchas fachadas cercanas. “Me hubiera encantado jugar contra el Athletic en la final. Tengo un amigo que vive aquí y me ha hablado mucho de la afición local”, contaba Mark Jones.
Desde Australia
El recinto no ha dejado de recibir seguidores durante toda la mañana, y se espera que esta tarde la fan zone se llene aún más, debido a la retransmisión del partido en las pantallas instaladas para la ocasión. Algunos, como Karl Pilgrim, han llegado desde Australia. “Venir a Bilbao ha sido la excusa perfecta para reencontrarme con mi familia londinense”, explicaba.
Otros muchos, sin entrada para el partido, han optado por ver la final desde locales como Moma o Da Vinci, convertidos en improvisados santuarios Spurs. Mucha emoción y nervios para los aficionados del club del norte de Londres que ansían un título.