Que levante la mano quien no haya sentido el placer de entrar en un comercio un día con 40º a la sombra. Puede que en Euskadi no hayamos estado acostumbrados históricamente a tener que sacar el abanico por la calle pero, avisan, el cambio climático hará que las olas de calor serán cada vez más frecuentes y extremas. En una jungla de asfalto como son las ciudades, la sensación de sofoco es aún mayor. De ahí la importancia que están adquiriendo los denominados refugios climáticos, espacios con temperaturas inferiores y a la sombra, en los que poder aliviar la calorina y que resultan casi vitales en el caso de las personas más vulnerables a los temperaturas elevadas. Bilbao dispone actualmente de una red de 131 espacios de este tipo –65 interiores y 66 exteriores– que permite que sus habitantes tengan uno de ellos a menos de 300 metros de sus casas.

Hay que empezar por el principio. ¿Qué es un refugio climático? Según Greenpeace, son espacios públicos y privados que se ofrecen como resguardo ante las altas temperaturas; el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales lo define como una zona natural o urbana que ofrece unas condiciones ambientales benignas para protegerse de un contexto desfavorable, como el exceso de calor, la escasez de agua o el acceso deficiente a un hábitat adecuado. Empezaron a proliferar en Estados Unidos, Canadá y Australia, como cooling spaces, espacios públicos o privados que disponen de aire acondicionado. El propio Ayuntamiento de Bilbao se refiere a ellos como equipamientos o espacios que reúnen condiciones apropiadas para preservar o aliviar a la población de temperaturas extremas, así como para paliar los efectos negativos del calor extremo en la salud. La capital vizcaina creó su red en 2022, como una forma de garantizar “la protección de la población, especialmente de la más vulnerable”, recuerda el director de Sostenibilidad, Víctor Triviño. La conforman un total de 131 espacios, tanto interiores como exteriores, distribuidos por toda la ciudad y que están identificados con una placa alusiva a su condición. Esa cifra permite que el 96% de la población bilbaina disponga de un refugio climático a menos de 300 metros de su domicilio; casi la mitad, un 43%, lo tiene a menos de 100 metros.

Entre los interiores hay bibliotecas, centros cívicos, equipamientos deportivos, estaciones de transporte, museos, salas de exposiciones y centros comerciales, entre otros. Son edificios que disponen de aire acondicionados con agua y zonas de estancia en las que refrescarse y que, aunque fueron diseñados para otros usos, han adquirido el compromiso de dejar que las personas puedan recurrir a ellos. Respecto a los exteriores, son zonas verdes de la ciudad que, por su vegetación y sombra, mantienen una temperatura más baja ofreciendo una protección natural en los días de calor, y disponen de fuentes y espacios con agua. Se trata de áreas recreativas urbanas, parques, plazas e incluso pórticos de iglesias y bajo puentes.

“Son una herramienta clave para hacer de Bilbao una ciudad más habitable, inclusiva y resiliente ante el cambio climático. Son espacios de cuidado, diseñados para proteger especialmente a quienes más lo necesitan, como las personas mayores, la infancia o quienes padecen enfermedades crónicas”, destaca la concejala de Movilidad y Sostenibilidad, Nora Abete, quien muestra además la intención del área de seguir ampliando esta red, “integrando soluciones basadas en la naturaleza y generando entornos más verdes, accesibles y seguros para todos”. Para crearla, apunta Trimiño, se llevó a cabo un estudio “muy concienzudo” para identificar los espacios que podían sumarse a ella, por lo que ahora el trabajo se centra en buscar otros lugares “uno a uno” en zonas en las que la densidad es menor. El año pasado, sin ir más lejos, se incorporaron las sedes de Bilbao Arte y BBK Kuna.

Sombra... y Algo más

También quieren homogeneizar los servicios que se prestan en esos espacios. “Lo ideal es que puedas acceder fácilmente, poder hidratarte, sentarte, tener una buena temperatura y sombra... Algunos, por sus características, no están tan a mano o no tienen espacios para sentarse pero queremos que el servicio que prestan sea el mejor posible”, relata el director del área. Eso sí, hay algunos que incluso disponen de personal formado en primeros auxilios, que puede prestar atención de urgencia a una persona que se encuentre mal. De ahí, por ejemplo, que vayan a repetir, este mes de abril, los cursos de primeros auxilios que impartirán técnicos del área de Salud y Consumo.

No es fácil saber cuantificar el uso que se hace de estos espacios: en una encuesta que realizaron el año pasado, un tercio de los responsables que notado una afluencia mayor en días de calor, otro tercio no había percibido variación y el resto no sabía contestar. “Es difícil saber si un espacio se usa para su objetivo original o como refugio climático, y estamos reflexionando sobre cómo hacer ese análisis de la forma más objetiva posible”, explica Trimiño.

El conocimiento de estos espacios entre la ciudadanía es uno de los talones de Aquiles de la red bilbaina, en el que más quiere incidir el Ayuntamiento. “Percibimos que es un recurso que está a disposición de la ciudadanía, sobre todo de los colectivos más vulnerables, pero hay mucha gente que no es consciente de que podían entrar en ellos para refrescarse, descansar y protegerse de las olas de calor”, reconoce Trimiño. Ya el año pasado colocaron por toda la ciudad vinilos con una baldosa de Bilbao que se derretía señalando los espacios y repartieron abanicos entre los ciudadanos, acciones que volverán a repetirse este 2025, ya que “funcionaron muy bien”. Junto a ello, trabajan ya en una campaña de publicidad que, sin estar del todo cerrada, “tenemos ya muy madura y la presentaremos próximamente”.

Para mejorar su difusión se ha incorporado a la plataforma GeoBilbao la ubicación de los diferentes refugios para que resulte más sencillo y dinámico encontrarlos, “ya que hasta ahora había que descargar un documento en formato PDF”.

Refugios interiores

Edificios municipales. Edificio de San Agustín.

Bibliotecas. Bidebarrieta, San Ignacio y Biblioteca Foral.

Centros Municipales de Distrito. Ibaiondo, Zabala, San Francisco, Altamira, Zorroza, Basurto, Irala, Abando, Uretamendi, Rekalde, Uribarri, San Ignacio, Castaños, Deusto, Santutxu, Txurdinaga, Begoña y Otxarkoaga.

Polideportivos. Miribilla, Abusu, San Ignacio, Zorroza, Deusto ,Artxanda, Txurdinaga y Rekalde.

Mercados Municipales. Labayru, Deusto, La Ribera, San Ignacio, Trauko, Ensanche y Otxarkoaga.

Oficinas de Turismo. Oficina de Turismo de la Plaza Circular.

Centros culturales. Bilbao-Arte, Sala Uribitarte y Azkuna Zentroa.

Museos. Archivo Histórico de Euskadi, Museo Bellas Artes de Bilbao, Museo de Reproducciones Artísticas e Itsasmuseum.

Estaciones de transporte. Estación del Funicular, Intermodal, Indalecio Prieto, Renfe Hospital de Basurto, Renfe Amezola, Renfe La Concordia, Renfe Autonomía, Renfe San Mamés, Euskotren Matiko, Euskotren Uribarri, Euskotren Zazpi Kaleak, Euskotren Zurbaranbarri, Euskotren Txurdinaga y Euskotren Otxarkoaga.

Iglesias. Parroquia Santos Juanes y San Nicolás de Bari.

Salas de exposiciones. Sala Ondare y Sala Rekalde.

Centros comerciales. El Corte Inglés y centro comercial Zubiarte.

Refugios exteriores

Áreas recreativas urbanas. Altamira, Artxanda, parque San Antonio de Iturrigorri, Kobetamendi, parque de Larreagaburu, Santa Ana, Sarrikue y Zorrotzagane.

Montes. Armulaza y Maspilza, Arnotegi, Arraiz, Artigas, Avril, Pagasarri y Santo Domingo.

Parques. Botica Vieja, Lezeaga, Amezola, Bidarte, Doña Casilda, Etxebarria, Eskurtze, Europa, Gaztelapiko, Ibaieder, Jardines de Gernika, Encarnación, Miribilla, Muelle Evaristo Churruca, Sarriko, Paseo de Santa Mónica, Campa de los Ingleses, Jardines de Iparralde y Emiliano Arriaga, Paseo de El Arenal y parque de Zorrotza-Zazpi Landa.

Plazas. Arbidea, Azkoa, Basurtugorta, calle Ondarroa, La Casilla, Eugenio Olabarrieta, Euskadi, Calisto Díez, Indautxu, José María Makua, La Salve, San Juan XXIII, San Pedro, Saralegi, Baztan, Zabalburu, Campa de Basarrate, Jardines de Albia, Jardines de Garai y Jardines de Intxaurtxueta.

Plaza de agua (chorros). Museo Guggenheim.

Pórtico/bajo puente. Iglesia San Vicente, calle Maestro Damián González , Paseo Puente de El Arenal, Plaza Nueva, Puente del Ayuntamiento (Ripa), Puente de Deusto (Abandoibarra), Puente Euskalduna (Deusto y Euskalduna) y Puente Pedro Arrupe (Abandoibarra).