El barrio de Irala de Bilbao, en concreto la Avenida Zuberoa, ha logrado un aspecto colorido y lleno de vida gracias al proyecto Irala Irekitzen, que tiene como objetivo incentivar a la gente a visitar el barrio y ayudar al comercio local. Pablo Escauriaza, uno de los vecinos y artistas que ha participado en el proyecto, explica a DEIA que “esta calle en concreto estaba muerta, todas las persianas estaban grises”. El entorno ha cambiado, pero además algunos de los locales vacíos ha sido alquilado, dándole más sentido al proyecto.
Recibimiento de los vecinos
Itziar Martínez, una camarera del barrio, se puso en contacto con el artista . A partir de ahí, comenzó a trabajar en esta iniciativa para dar un color vivo y alegre al barrio. El recibimiento de los vecinos y vecinas de la zona ha sido excelente. Según nos comenta Itziar, “gusta mucho a la gente porque le ha dado un color al barrio que no había".
Pablo Escauriaza, que también forma parte del grupo Hibernando Estudio, cuenta que “una de mis motivaciones era encontrar espacios para pintar que no estén abandonados o escondidos”. Además, explica que “los artistas vienen encantados”.
Hibernando, compuesto por él y por Sol Benavente, colabora con todo tipo de perfiles como proyectos sociales, encargos donde se necesita gente para trabajar, etc. Además, ambos cuentan con una gran experiencia en proyectos artísticos.
Las obras
Ahondando en las propias obras, Pablo Escauraza comenta que el hecho de tener “libertad para hacer lo que quiero, hace que me deje llevar”. Uno de sus rasgos más característicos como artista es las imágenes “raras” y “distorsionadas”.
El artista admite que su estilo “no es el más accesible para el público general y que es difícil vender ese tipo de obras”. Aún así, recalca que “son mis mejores obras”. La calidad y el cuidado de las pinturas son llamativas para ser piezas urbanas. Una de las razones de esto es que los artistas han tardado tres o cuatro días en pintar sus obras.
Objetivos para el futuro
Hay que destacar que todas las persianas pintadas no son de ningún local que esté abierto de cara al público. No obstante, uno de los objetivos para el futuro es “colaborar con esos locales”, expone Itziar. Como ejemplo, explicó que en la pescadería del barrio podrían realizar una pintura con temática del mar. Irala Irekitzen no es el único proyecto en marcha de Hibernando Estudio. Aún así, se han propuesto cubrir el barrio entero con su llamativo y colorido arte.
“Hemos tenido algún acercamiento con diferentes organizaciones, pero siempre nos han respondido con retrasos, y así es difícil sacar un proyecto adelante, porque contamos con más gente”, explica. Algún otro barrio de Bilbao ya se ha fijado en el proyecto Irala Irekitzen y han contactado con ellos para hacer un proyecto similar al que se ha llevado a cabo en Irala.
Desde Hibernando Estudio muestran emociones encontradas, tanto con este proyecto como con otros que han realizado. Por una parte, la felicidad y el orgullo por el reconocimiento de la gente del barrio, que les impulsa y anima a continuar con iniciativas como esta. Pero por otra parte, se encuentra el descontento y la frustración por no tener la atención necesaria de las instituciones, que dificulta el poder sacar adelante sus proyectos por la falta de efectivos .