“En ningún momento se pone en peligro ni a niños, ni a gatos, ni a ningún otro tipo de animales”, ha declarado este miércoles Álvaro Pérez, concejal de Salud y Consumo, después de que la Asociación para la Protección de los Animales Botxocats apuntara que la muerte de los 30 gatos por envenenamiento, denunciada el lunes por Pacma, se debía “a un error del Ayuntamiento, que ha echado raticida en un entorno de colonias”. El edil ha negado categóricamente la relación entre el fallecimiento de los animales pertenecientes a diferentes colonias de la ciudad y el control de plagas de ratas que lleva a cabo la institución municipal.
“La utilización del rodenticida cada vez es más limitada. Está muy pautado y legislado para que no represente un peligro a la biodiversidad”, ha apuntado al respecto Ana Collía, directora de Salud y Consumo, quien ha sostenido que “en ningún caso puede haber el mínimo riesgo de que animales que no sean ratas puedan entrar en estos dispositivos”. En ese sentido, ha aclarado que el raticida “se coloca en unos compartimentos estancos, con unos agujeros muy pequeños en los que solo pueden entrar ratones o ratas porque su formación ósea tiene una flexibilidad muy grande, lo que les facilita entrar por cualquier rendija”. Además, ha apuntado que, “generalmente, se actúa en la red de alcantarillado y, puntualmente, por una petición ciudadana tras un avistamiento, se actúa en unas zonas en las que se entierra el dispositivo”.
Paralelamente, Álvaro Pérez ha manifestado que “en la zona de Bruno Mauricio de Zabala, donde se ha denunciado que ha habido 30 fallecimientos, al Ayuntamiento, ni a la Policía Municipal, ni al servicio de recogida, le consta que hayan aparecido más de dos cuerpos”. Con todo, tras la denuncia pública del partido animalista Pacma, desde el área de Salud y Consumo se reunirán con la formación para analizar la situación. Antes de ello, es probable que haya ocasión de tratar este asunto en el pleno municipal. De hecho, Belén Trilla, presidenta de la Asociación para la Protección de los Animales Botxocats, ha hecho alusión a ello durante la defensa de la iniciativa vecinal que elevarán a la próxima sesión municipal en relación a la Ordenanza Municipal Reguladora de Protección, Bienestar y Tenencia Responsable de Animales de Compañía.
INICIATIVA VECINAL
Trilla ha instado al equipo de gobierno a repensar el proyecto de la nueva ordenanza ya aprobado. “Estamos preocupadas por los textos en relación a las colonias felinas, nos gustaría que esos textos estuvieran de acuerdo con las ley vasca y la estatal”, ha apuntado la responsable de la asociación Botxocats quien, concretamente, ha señalado que la denominación de las colonias, así como de las colonias reconocidas, es “totalmente diferente” a la ley vasca y la estatal. En ese sentido, ha abogado por la necesidad de diseñar un plan municipal en la gestión integral de la ética de las colonias felinas en Bilbao. “A día de hoy lo único que hay de las colonias felinas es el CER, que es tratado como un control de plagas, no como un control ético de animal dándole la capacidad de un ser vivo”, ha censurado la presidenta de la asociación, quien ha reclamado que tenga un reflejo, anualmente, en los presupuestos.