El Ayuntamiento de Bilbao abordará en las próximas semanas la ejecución subsidiaria de las medidas cautelares, “necesarias y urgentes”, para garantizar la seguridad en el entorno del antiguo ascensor de Solokoetxe, ubicado en el número 10 de Iturribide. La caída de cascotes de cinco kilos de la pasarela de acceso al elevador han obligado al Consistorio a actuar sobre un elemento propiedad del Gobierno vasco y gestionado por Ascensores de Solocoeche S.A., concesionaria del servicio hasta 2030. “No es una inversión pensando en el futuro del ascensor, sino que la obra se hace en previsión de riegos a terceros sobre un bien de un particular que no hace lo que tiene que hacer”, ha aseverado al respecto Asier Abaunza, concejal de Planificación Urbana, Proyectos Estratégicos y Espacio Público.
Según ha apuntado el edil, las medidas de las obras consistirán en la colocación de un andamiaje de apuntalamiento en todo el trazado de la pasarela y de sus pilares de apoyo. Esa instalación se empleará, posteriormente, para realizar los trabajos de demolición de este elemento. Todo ello, con el fin de eliminar el riesgo para la seguridad de bienes y personas, detectado en la infraestructura tras la vigilancia y estudio de la misma en las últimas fechas; y, toda vez, que los reiterados requerimientos realizados por el Ayuntamiento a la propiedad han sido incumplidos. Se estima que las obras previas de preparación de los terrenos para la de colocación del andamiaje de apuntalamiento puedan comenzar ya la próxima semana. En total, se destinará a ellas 250.000 euros.
“A través de Surbisa se vienen haciendo reiterados ordenes de ejecución subsidiaria, distintos procedimientos sancionadores relacionados con la conservación y el mantenimiento de la estructura”, ha recordado el concejal, quien ha señalado que ya en marzo se llevó a cabo “un cierre preventivo del entorno ante el riesgo de caída de cascotes”. Asimismo, ha revelado que, en el último informe, recibido por parte de la ingeniería que asesora sobre el conjunto, “se señala que la pasarela y, con mayor gravedad, los pilares se encuentran gravemente deteriorados existiendo un más que apreciable riesgo en su estabilidad estructural por la vejez del hormigón armado”. En lo que respecta a la torre, ha indicado que “se encuentra aparentemente en un estado de menor afección, si bien existen indicios de peligro de desprendimientos puntuales”.
"EL SERVICIO YA ESTÁ PRESTADO"
Por otro lado, Asier Abaunza ha aclarado que la legislación les obliga a acometer la obra ya que la competencia de la vigilancia urbanística es municipal. “Luego veremos si somos capaces de recuperar el dinero”, ha afirmado el concejal, quien ha recordado que algo similar ocurrió con el elevador de Begoña y su correspondiente concesionaria. En ese sentido, el concejal ha reiterado que entre los ascensores históricos de Bilbao, “el único que para el Ayuntamiento tiene interés es el de Begoña, por su evidente valor patrimonial". De hecho, el edil ha apuntado que el Consistorio ya dispone “de un elemento mecánico entre el Casco Viejo y Solokoetxe recientemente inaugurado, a la altura de la calle Ronda, con dos ascensores de nueva construcción”. A través de estos elevadores, que funcionan las 24 horas de los siete días de la semana, “el servicio ya está prestado”.