La avenida Zumalakarregi perderá un carril de circulación en cada sentido, en las curvas que conectan el parque Etxebarria con la rotonda de San Agustín, junto al ayuntamiento, para habilitar un bidegorri en cada calzada. El próximo año arrancarán las obras de la segunda fase de esta nueva vía de conexión ciclista y peatonal que permitirá unir el barrio de Begoña con el centro de Bilbao y su red de vías ciclables.
La actuación, que va desde la plaza Ernesto Erkoreka hasta Músico Guridi, se dividió en dos fases. La primera, con un presupuesto de algo más de medio millón de euros, consiste en un bidegorri, con doble sentido de circulación, que discurre por la calzada más cercana al ayuntamiento, y se bifurca en dos antes de la llegada a la glorieta que se encuentra frente a la estrada de San Agustín, a la altura del paso de cebra.
El próximo año se acometerá la segunda fase de las obras, mucho más ambiciosas, tanto en presupuesto (3,2 millones de euros) como en extensión, ya que no solo se construirán dos carriles bici –uno por cada sentido–, sino que se eliminarán también un carril de circulación por sentido y se mejorarán las aceras, creando dos nuevos pasos peatonales con semáforos ya que actualmente solo se puede pasar de lado a lado por un paso subterráneo.
Hoy en día la calzada se divide en cuatro carriles exclusivamente para vehículos: dos de subida y dos de bajada, con paradas de autobús, carga y descarga, y de taxi. Las aceras, además, no tienen continuidad, salvo en la parte baja; una vez superada la curva del metro de Uribarri, solo queda la de la calzada de subida, que vuelve a desaparecer y ser sustituida por otra en el lado contrario a la altura del tanatorio, donde está el paso subterráneo para pasar de una a otra.
Desde la glorieta de San Agustín partirán ya dos bidegorris, uno por cada sentido de circulación y situados en la zona exterior del carril para vehículos. Aquí se retirará la bionda del lado de bajada, urbanizando de nuevo la acera y creando el primero de los pasos de cebra con semáforo a la altura de la plaza Sintrabi, en la entrada del metro de Uribarri.
El segundo paso de cebra se colocará en la curva del tanatorio, un poco antes de que finalice la acera. Aquí también se retirará la bionda, la baldosa y las barandillas existentes, instalando otras nuevas. Finalmente, justo antes de llegar a la plaza Músico Guridi, los dos carriles del bidegorri pasarán por las paradas de autobús existentes, por lo que será necesario retranquearlas y añadir dos nuevos tramos de acera enfrente de ellas. En cuanto al bidegorri de subida, ya en su parte final, irá por un tramo que actualmente es un parterre.
Toda la zona de actuación se dotará de un alumbrado nuevo –de una columna de 10 metros de altura para iluminar el bidegorri y los carriles, y un brazo de 4,5 hacia la acera–, renovando también las arquetas y sumideros del sistema de saneamiento. De hecho, se aprovechan estas obras para renovar y o ampliar las redes municipales de abastecimiento, saneamiento, alumbrado y pluviales.
Con estos nuevos trabajos, el Ayuntamiento mantiene su apuesta por la movilidad ciclista como un elemento clave para fomentar un modo de vida más saludable y sostenible, y diseñar una ciudad con el foco puesto en la peatonalización allí donde sea posible.
Al detalle
3,2
Las obras de esta segunda fase del bidegorri que habilitará una conexión ciclista entre el barrio de Begoña y el centro de la ciudad y que el Ayuntamiento acaba de sacar a licitación, se prolongarán durante cinco meses y tendrán un coste de 3,2 millones de euros, que serán financiados con subvenciones de fondos europeos.