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Anboto Dorrea, el rascacielos residencial más alto de Euskadi, se viste de azul y blanco en Garellano

Los primeros 15 módulos para las fachadas del rascacielos de Garellano esperan para ser montados próximamente

En imágenes: Anboto Dorrea se viste de azul y blancoOskar González

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Anboto Dorrea, el rascacielos residencial más alto de Euskadi que se construye en la zona bilbaina de Garellano, ya tiene definidos los colores con que vestirá sus cuatro fachadas. El blanco, con diferentes tonalidades que podrán llegar incluso a grises suaves, y un potente azul añil compondrá la estética visual de los extensos cuatro paños que ofrecerá la torre a los viandantes. 

Así se deduce del almacenamiento en la parte alta del zócalo del edificio en construcción de más de una quincena de bloques de módulos de color azul que compondrán buena parte de las dos fachadas más estrechas del edificio, las que miran al este y al oeste y carecen de terrazas.

Aunque tanto desde la cooperativa de propietarios como desde el Grupo Arrasate, que gestiona la promoción residencial, mantienen una política de comunicación muy baja sobre cómo será la imagen final del impresionante rascacielos de 35 plantas, el hecho de que ya se esté haciendo acopio de estos módulos avala que finalmente se ha dado luz verde al diseño de colores planteado por el estudio Luis Vidal + arquitectos, el equipo asociado con el estudio de arquitectura británico Rogers, Stirk, Harbour & Partners (RSHP) para la construcción de Anboto Dorrea. Otra prueba de la inmediata colocación de la piel del edificio es que ya se ha instalado el perímetro de los futuros ventanales en algunas de las plantas inferiores. 

Cada uno de los bloques referidos cuenta con dos módulos o piezas que serán las primeras en instalarse a lo largo de los próximas semanas. Estos paneles, que se componen de lamas verticales color RAL 5002, casi azul añil, serán los que recubran los placas de cerramiento de las fachadas de menor extensión y también formarán parte de los laterales de cada una de las terrazas que se habilitarán en las otras dos fachadas de gran tamaño del rascacielos.

Una de estas últimas mira al sur, a la zona del Monte Caramelo y Kobetamendi, y consta de un paño de arriba a abajo totalmente plano. La otra tendrá carácter escalonado en vertical y es la que mira al norte, a la crestería de Artxanda, y será la imagen más vista del rascacielos desde la plaza de la estación de la Intermodal a la que se asoma.

De hecho, las características del contexto y la morfología del edificio son las que han marcado la elección de tonalidades. El azul intenso destacará pero no será el color predominante. Los diseñadores del estudio Luis Vidal + arquitectos, encargado de crear esta fase de la construcción, han optado por un tono más llevadero al elegir el blanco para teñir las lamas de las balconadas que compondrán las dos fachadas principales norte y sur.

Eso sí, ofrecerán distintos tonos. Según el estudio de color con el que han venido trabajando los diseñadores, se va a utilizar una gradación de blancos rotos y grises claros para los elementos protectores de las terrazas y los perfiles metálicos. Según los especialistas, esta combinación, que cubrirá la mayoría del edificio, generará “una textura tridimensional que da una escala humana a los grandes volúmenes que configuran el edificio”.

Los expertos consideran que la combinación del azul intenso y los diferentes blancos van a conseguir “un efecto cromático dinámico que varía la percepción de los colores cuando el observador se desplace por la ciudad”. Apuntan así mismo que “el azul y el blanco juegan con el fondo recortado del cielo y las nubes siempre cambiantes”.

Los viandantes más curiosos han podido observar cómo quedará el conjunto planeado en la terraza de prueba que se montó en noviembre pasado en la primera planta residencial y que ha sido retirada hace tres semanas. La misma recogía el ventanal que se asoma a la plaza Profesionales Sanitarios, generada tras la construcción de la estación soterrada de autobuses, y parte de la estrecha fachada que mira al hospital de Basurto, la cual sigue presente.

Se observaba cómo el lateral de la terraza, que en forma de pico sobresale de la fachada, al vestirse de azul intenso creará una larga fila vertical que destacará sobremanera desde la calle cuando estén concluido todo el edificio residencial.

Remates de colores vivos

Y luego queda el tono cromático rompedor que ha propuesto Luis Vidal + arquitectos. Se trata de pintar con colores muy vivos elementos singulares que se van a crear con la culminación del bloque residencial.

Por ejemplo, está planteado en su estudio inicial que en la torre exenta en la fachada este que albergará los tres ascensores y otros elementos singulares como las grandes chimeneas de ventilación, se apliquen colores vivos como el magenta y el amarillo. Un recurso que ha sido utilizado en la mayoría de los diseños del arquitecto Richard Rogers, responsable del proyecto urbanístico de Garellano y autor del rascacielos más alto ahora en construcción.

Esta fórmula implementada por el célebre profesional británico ya fallecido tiene por objetivo “facilitar la lectura de los edificios, entender su lógica, orientación y dotarlos de un carácter singular”, según recoge el estudio cromático. Asegura que “hemos querido volver a usarlo, en su memoria, empleando algunos de los colores con los que más se identificaba personalmente”.

Otra cosa es que definitivamente la asamblea de cooperativistas decida asumir este planteamiento, elija otros colores más discretos u opte por utilizar los que predominarán en el conjunto de elevado edificio.

La llegada de los bloques con las piezas de color azul augura que en breve empezarán a colocarlos para ir componiendo las cuatro fachadas y acelerar el proceso para la finalización de la construcción del edificio. Tras el relevo en el contratista y adquirir la empresa vizcaina VUSA el compromiso de culminar el rascacielos, se concretó diciembre próximo como fecha tope de entrega.

La actual imagen del bloque con el esqueleto a la vista no hace muy viable que se cumplan los plazos aunque sí es cierto que los diversos gremios están trabajando en el interior del edificio a tope y que la creación de las fachadas puede ser rápida al ser montados los cierres de las terrazas que las compone con módulos que ya vienen prefabricados.