Con un cuarto de hora de margen, los grupos de la oposición han descrito sus impresiones de una ciudad en la que detectan mucho por hacer. Es lo que ha afeado, precisamente, Aña Viñals, de Elkarrekin Bilbao, quien ha declarado que la villa no puede seguir estando “indefinidamente en estado de espera”. Por su parte, María del Río, portavoz de EH Bildu, ha apuntado que Bilbao “ha dejado de ser vanguardia”. No muy alejada de esa afirmación, la popular Esther Martínez ha declarado que “tenemos una ciudad con un potencial fantástico que está funcionando al ralentí por la falta de visión de futuro”.

Así, a juicio de María del Río, el gobierno municipal está insistiendo en un “modelo agotado”, “sin proyectos ilusionantes, ni innovación social”. “Parece que hay quien se conforma con seguir la corriente”, ha añadido la edil abertzale, quien ha subrayado la falta de participación de la ciudadanía: “Quién ha hablado con los y las vecinas de La Casilla para definir el futuro del entorno, con las de Alde Zaharra para definir el uso del frontón de la Esperanza, la ZBE ha sido también un proceso impuesto de arriba abajo, mientras que el Gobierno se niega a poner en marcha una ordenanza sobre el euskara, demandada por el movimiento euskaltzale”. 

En ese sentido, ha destacado que “es necesario un modelo de gobernanza cooperativa, así como unos servicios públicos de calidad”. No obstante, tras citar los ejemplos de La Casilla, la Esperaza, la Ribera de Deustu, Zorrotzaurre y Artxanda, ha advertido de que el Gobierno municipal “defiende un modelo caduco, el modelo de la privatización”.

En esa misma línea, Viñals ha advertido de que la villa no puede seguir estando “indefinidamente en estado de espera” y ha recriminado al alcalde que, “pese a anunciar grandes proyectos estratégicos, la realidad muestra que todo o casi todo está por hacer”. En concreto, se ha referido a Zorrotzaurre, donde, “tras muchos años de espera, por el momento tenemos obra pública y viviendas, pero seguimos esperando a las grandes empresas y sobre todo, a sus puestos de trabajo”. En cuanto al Plan de Activación de Artxanda, ha apuntado que queda “casi todo por hacer” y, en relación al proyecto o estrategia integral de desarrollo sostenible de la ría Ibaizabal y de la cuenca del Cadagua queda “todo por hacer”, mientras que en la nueva Casilla está “todo por hacer, o mejor dicho todo por privatizar”.  

Por su parte, la portavoz PP, Esther Martínez, ha reprochado al primer edil su falta de “ambición por Bilbao” para “cambiar las cosas que hace tiempo no funcionan”. Según ha manifestado, Aburto “reeditó hace ya 14 meses una fórmula de gobierno para Bilbao”, que “le vino dada de Sabin Etxea”, de PNV con el PSE, que “no logró éxitos en mandatos anteriores”. En ese sentido, ha afirmado que “los problemas que acucian a Bilbao son hoy los mismos que hace cinco años”.

Finalmente, tanto del PNV como del PSE, sus portavoces Asier Abaunza y Nora Abete, han destacado la fortaleza del trabajo conjunto de ambos partidos. “Bilbao es una ciudad que continua mejorando y nunca ha parado de mejorar”, ha reivindicado el concejal de Planificación Urbana, quien ha citado algunos “proyectos ambiciosos” ya en marcha, como la ampliación del Museo de Bellas Artes o el parque de Zorrotzaurre, donde este año se anunciarán las empresas a implantar. Por su parte, la edil de Movilidad ha destacado la importancia de un proyecto municipal único conformado por dos visiones en una época que se distingue por la polarización.