La noche bilbaina contará próximamente con un revulsivo por la apertura de un nuevo establecimiento en Bolueta. El promotor musical Alfonso Santiago, fundador del festival Bilbao BBK Live, está detrás de este proyecto que pretende relanzar el ocio nocturno con una sala de conciertos y discoteca de grandes dimensiones tras la apertura, el año pasado, de la mítica Crystal. El nuevo local se establecerá en la actual sala Mytho, aunque abarcará también algunos de los espacios colindantes. En total, ocupará una superficie útil de 1.522 metros cuadrados, divididos en una planta baja y una entreplanta, y contará con un aforo de 1.686 personas. Será la sala más grande de Bilbao superando a la vecina Sala Santana –con aforo para 1.500 personas–, ubicada a escasos metros en la misma recta de la calle Tellería.

La propuesta retoma el planteamiento de las discotecas de antaño, emplazadas en polígonos industriales alejados de los núcleos residenciales. El objetivo sería sortear los problemas vecinales que se generan cada vez que una sala nueva, sobre todo si es de tamaño considerable, se inaugura en un entorno urbano. Por de pronto, Alfonso Santiago solicitó el pasado mes de mayo la licencia de actividad en el Ayuntamiento de Bilbao con el fin de heredar el permiso de la sala Mytho, que actualmente continúa abierta. Dentro de los trámites, también ha necesitado el visto bueno de Juegos y Espectáculos, área dependiente del Departamento de Seguridad del Gobierno vasco, que debe emitir un informe vinculante por existir un riesgo especial al contar con un aforo de más de 700 personas.  

CARACTERÍSTICAS DE LA SALA

Según el proyecto, expuesto actualmente a información pública para que quienes se consideren afectados por la actividad puedan hacer las reclamaciones pertinentes, el local ocupará los pabellones industriales ubicados en los números 7, 8 y 9 de la calle Tellería, colindantes al número 10 de la misma calle. Tendrá un acceso directo e independiente desde la vía pública. Así, la macrosala contará con una planta baja a nivel de la acera, con una superficie útil de 1.204 metros cuadrados y, sobre la misma, se desarrollará una entreplanta con una superficie de 317 metros cuadrados, inferior al 25% de la superficie construida en planta baja. Con ello, la entreplanta ofrecerá una vista similar a un anfiteatro de cara al escenario que se situará en la planta baja, consiguiendo el mismo efecto que ofrece actualmente Kafe Antzokia. 

La licencia de hostelería que solicita el promotor del Bilbao BBK Live corresponde a la actividad grupo III-b –equivalente a discotecas y similares, cafés-teatro y demás establecimientos con espectáculos–, según la Ordenanza de Establecimientos de Hostelería del Ayuntamiento de Bilbao, una normativa que pretende obstaculizar la posibilidad de instalar grandes establecimientos de ocio nocturno (es decir, macrodiscotecas) en pleno centro urbano. De lo que no cabe duda es que la sala contará con un espacio principal para ofrecer conciertos, con un escenario de 205 metros cuadrados y una zona de público de 606 metros cuadrados en la planta baja y 219 metros cuadrados en la entreplanta. Asimismo, el establecimiento sumará cuatro barras, seis aseos –con 12 inodoros masculinos, 6 urinarios, 18 femeninos y 18 lavabos–, dos camerinos con aseo o seis almacenes. Está previsto que el personal para el desarrollo normal de la actividad sea de 13 empleados.

El proyecto presentado en el Consistorio está firmado por Garmendia Arquitectos y Asociados, responsables de la reforma de conocidos locales de ocio como el Loft, BackStage, Azkena, Soho o Sala Santana, así como los ideados para la Sala BBK, el gimnasio Metropolitan Begoña o el Hotel Barceló Nervión. El informe cuenta con todas las especificaciones en el ámbito de las condiciones higiénico-sanitarias y medioambientales, en particular sobre la insonorización. En ese sentido, el local, ubicado en un edificio de estructura de hormigón prefabricado y con una entreplanta de estructura metálica, prevé contar con un índice de aislamiento acústico obtenido a ruido aéreo de 75 decibelios, no superándose en 40 decibelios al ruido de impacto. Asimismo, el proyecto ofrece la justificación en materia de accesibilidad y un extenso protocolo en caso de incendios. 

OCIO NOCTURNO EN BILBAO

Este nuevo local en el ámbito del ocio vendrá a complementar una oferta nocturna que no termina de remontar y competirá con otras salas de conciertos de gran formato como Sala Santana (aforo de 1.500 personas), Kafe Antzokia (aforo de 420 personas), BackStage (aforo de 400 personas) o Sala Azkena (aforo de 300 personas). Paralelamente, en la última década se han abierto discotecas como Budha, inaugurada en 2014, o Moma, estrenada en 2017 con gran expectación. Sin embargo, estas aperturas fueron controvertidas debido al ruido que generaban los asistentes en las inmediaciones de los locales. De forma más discreta y más alejada de los problemas vecinales abrió el año pasado la mítica discoteca Crystal, de la mano de Last Tour, promotora musical capitaneada por Alfonso Santiago.

A lo largo de este año, el céntrico club, ubicado a escasos metros de la casa consistorial, ha consolidado su oferta con sesiones enfocadas al público más joven con música reguetón o electrónica. Sin embargo, también se ha subido al carro del tardeo, una propuesta con cada vez más adeptos de otros rangos de edad que combina muy bien con Lasai, restaurante también regentado por la misma promotora. A su vez, otro de los locales de tardeo más populares de Bilbao es, precisamente, La Ribera, establecimiento hostelero –que no opera como discoteca– y también está gestionado por Last Tour desde 2014. 

A pesar de contar con estos dos locales, a lo largo de estos años la promotora musical no ha cejado en su empeño por implantarse en un espacio con un aforo mayor. Incluso se rumoreó con la posibilidad de que abriera una macrosala para conciertos en la antigua estación de La Naja. Sin embargo, en 2016 el Ayuntamiento inició la tramitación urbanística para cambiar el uso del céntrico espacio e impedir un negocio de hostelería. Con el proyecto presentado ahora para Bolueta por Olabeaga Project –empresa en la que Alfonso Santiago figura como único administrador– llega esa oportunidad de contar con un espacio en el que ofrecer el aforo necesario para todas esas bandas que la promotora oferta actualmente para la Sala BBK, Kafe Antzokia o, incluso, la Sala Santana. Y, paralelamente, poder proponer una discoteca al uso, tanto en formato de tarde como de noche, en una zona que no perturbe el descanso de los vecinos.