Detrás de cada escultura, de cada cuadro, de cada obra de arte, hay un nombre, una persona, unos sentimientos. En muchas ocasiones, para entender el porqué de la obra, hay que conocer al artífice que se esconde detrás de ella. No podía ser de otra manera con Alberto Martínez Ortiz, diseñador de Carnavaleando sobre la ría, cartel ganador entre las 182 opciones presentadas al concurso, y que estará presente en las calles de Bilbao durante la celebración festiva, es decir, desde el próximo 8 de febrero hasta el 13.
¿Qué significa para usted que su cartel luzca en las calles de Bilbao durante los días de Carnaval?
En el momento en el que he recibido la noticia de que era el ganador, y que será mi cartel el que vista las calles de Bilbao, he sentido mucha emoción y mucho orgullo. Porque, aunque sea burgalés y no bilbaino, es un orgullo ser el cartel de unos carnavales que se consideran referentes como lo son los de Bilbao.
¿Cuánto tiempo le ha llevado la preparación del cartel?
–En un primer momento boceté varias ideas pero lo que es la base la tenía clara desde un primer momento, sabía que iba a ser en el puente del Arenal, tenía dudas sobre la orientación pero la base la tenía más que clara.
¿Cómo se le ocurrió combinar los personajes que se están presentes en el cartel?
–Al seleccionar este ángulo, con el espacio que me quedaba en el cielo hice la composición de la chica con el monociclo dándole un aire muy circense al cartel, luego añadí elementos varios como una sardina que iba con una textura de placas de titanio haciendo homenaje al Guggenheim. Es cierto que se tiene que hilar muy fino para verlo pero la idea iba encaminada en esa dirección, identificar que era metálica y que representaba Bilbao. Cuando lo he ido haciendo me ha recordado a Marijaia, que es como si hubiese dado un salto al Carnaval.
¿Tanteó más lugares para elaborar el cartel?
–La verdad que no pensé en otros lugares, desde un primer momento elegí esta vista porque me encanta. Me gusta mucho el edificio Bailén y sobre todo el entorno porque es un paso muy habitual en el día a día, podría considerarse casi como centro neurálgico de Bilbao. Al principio si que valoré dirigirlo hacia el Ayuntamiento pero me parecía demasiado obvio que estábamos situados en Bilbao así que me decidí por enfocarlo hacia el lado en el que está el edificio Bailén.
¿Escuchó las noticias sobre el plagio en los carteles?
–Si, de hecho el tema del plagio quedó desestimado. Es cierto que la Inteligencia Artificial parece haber llegado para quedarse entre nosotros pero la elaboración del cartel es muy auténtica. De hecho, lo hice de esta manera porque me atrae bastante todo lo que rodea al mundo del cómic y decidí darle ese toque circense utilizando unos colores que fuesen llamativos dándole un airé más cómico al cartel.
¿Qué le lleva a un burgalés a presentarse a un concurso de carteles para el Carnaval de Bilbao?
–Aunque sea de Burgos, llevo muchos años viviendo en Bilbao por trabajo. Vi el concurso y decidí diseñar un cartel dándole ese toque que tanto me gusta. La realidad es que lo elaboré sin la intención de ser el seleccionado entre tantas opciones presentadas, para mí ha sido una sorpresa.
¿Por qué se apuntó al concurso de carteles?
–Fue una coincidencia en mi vida, pero el momento en el que se presentó el concurso tuve un impasse en mi vida por temas médicos relacionados con el cáncer. Yo soy una persona que trabajo en el tema del diseño, y en ese momento de mi vida en el que a cuenta de un cáncer me vi en la obligación de parar en mi trabajo decidí mantener la cabeza ocupada con el diseño del cartel. No fue fácil, han sido unos meses bastante duros en los que necesitaba tener mi cabeza ocupada, ya fuese con el diseño de este cartel o con cualquier otro tema.
¿Estar ocupado en el diseño le sirvió de ayuda?
–Sin duda, para mí este diseño ha sido una forma de agarrarme a la vida en cierta forma. No ha sido nada fácil. Han habido momentos duros en los que me ha costado superar el día a día y el diseño del cartel me ha ayudado a salir adelante. Aunque no le he dedicado el 100% de mi tiempo, en los momentos en los que he tenido fuerza se lo he ido dedicado al diseño del cartel.
¿Qué ha sido lo que le ha despertado el concurso del cartel?
–La ilusión por diseñarlo. Es algo que siempre se dice que nunca hay que perder pero hay momentos de la vida en los que, si no se tiene la mente ocupada, puedes llegar a perderla. Por suerte no lo hice y estoy bastante satisfecho con el resultado, ya puedo decir que el cartel del carnaval de una ciudad como Bilbao ha sido obra mía. Como dice el cantante Maluma “La vida es una y es un Carnaval”.
¿Hay alguien en especia a quién le dedique el cartel?
Como digo, este cartel me ha ayudado mucho a salir adelante en mi día a día teniendo la cabeza ocupada y manteniendo viva la ilusión por un objetivo que lograr. Por lo que, se lo dedico a todas las personas que estén pasando por la misma situación que he pasado yo recientemente. Tampoco me puedo olvidar de aquellas personas, que aunque no sufran la enfermedad en primera persona, estén acompañando a las personas que la estén padeciendo. Es un proceso muy duro en el que mantener la cabeza ocupada es muy importante para, como digo, mantenerse ocupado pensando en las cosas que tienes que hacer, y no en la enfermedad que atraviesas.
