Yorgos Tsoklis ha sido el más puntual de los invitados en la comida benéfica organizada en el Erronda Zaharra. Media hora antes de que empezara, este griego que lleva nueve años viviendo en Uribarri, ya estaba esperando impaciente frente a la puerta del local. Yorgos es minusválido, se desplaza por medio de una silla de ruedas y vive gracias a una ayuda. No tiene amigos, ya que la única amistad que tenía murió recientemente. "Hoy vamos a celebrar un homenaje, soy pobre y solo le tenía a él, ahora solo llevo una foto pequeña suya", confiesa emocionado. A pesar de llevar casi una década en Uribarri, es la primera vez que acude a las comidas benéficas organizadas por Óscar Pérez, propietario del local, que prepara un menú solidario para los más necesitados del barrio. Y es que aunque sentarse a la mesa con los familiares en Nochebuena es lo más habitual, hay personas que no pueden disfrutar de esta tradición cada año.

Para las 13.00 horas, cuando las puertas del comedor del Erronda Zaharra se han abierto, los platos ya estaban listos para ser servidos. En algunos una docena de langostinos cocidos, en otros, lonchas de jamón ibérico acompañadas por un buen corte de mousse de pato. En las ollas que estaban calentando en el fuego, una sopa de pescado y unas carrilleras de cerdo al vino tinto. Los invitados comenzaron a entrar poco a poco. La mayoría son personas del barrio , con problemas de integración social o con escasos recursos económicos. Además de ofrecerles gratuitamente un menú elaborado, que según Óscar, solo contiene aquello que "a todos nos gustaría comer por Navidad", el objetivo de esta comida solidaria es que los comensales encuentren un espacio distendido en el que poder relacionarse entre ellos con un buen plato delante, por lo que muchos comparten mesa para fomentar ese acercamiento. 

Joseba Hernáez e Iñaki Puerta ya han venido a disfrutar en otras ediciones de este acto. Se han enterado que el menú de este año va a ser especial y consideran que la invitación de Óscar es un gesto muy importante para la gente del barrio. "Le hemos regalado un paquete de tabaco a modo de agradecimiento, porque se lo merece", afirman. Lo que más valoran es la posibilidad de relacionarse con otras personas ya que solo conocen a uno de los invitados, que pertenece a su misma asociación.

Ayax es otro de los invitados a la comida que reside en Uribarri. Conoce a Óscar porque suele frecuentar el bar y para él, lo que hace el hostelero es algo más que un buen detalle. "Hay que poner en valor a aquellos que se sacrifican por los demás, sabiendo que no tienen con quién pasar estas fechas tan especiales", afirma agradecido. 

Y es que en estos días en los que, quién más quién menos, tiene la oportunidad de sentarse con sus seres queridos alrededor de una mesa, impacta ver a personas que no pueden hacerlo. A pesar de que esta comida cuenta con grandes elaboraciones, lo que más destacan sus invitados es la posibilidad de compartir mantel con personas similares a ellos, con las que poder charlar, debatir o reir, actos cotidianos que nadie debería dejar de hacer en navidades.