La letra del tango de Carlos Gardel dice que Veinte años no son nada, pero para el cocinero Jose Miguel Olazabalaga, dos décadas al frente del restaurante Aizian de Bilbao, ha supuesto toda una vida tras los fogones del que considera su “hijo”, un proyecto que empezó siendo un sueño y que le ha regalado, con mucho trabajo, grandes satisfacciones. Pero estas dos décadas tocan a su fin; un final, que tal y como cuenta su alma mater ha sido inesperado y que –con una lista de compromisos cerrados para el año que viene– al equipo del Aizian, enclavado en los bajos del Hotel Meliá, les ha dejado “tocados”. “Nos da una pena tremenda. Nos ha pillado por sorpresa. Solo nos toca asumirlo y seguir trabajando para responder a los compromisos y clientes que estas semanas que nos quedan nos han elegido para disfrutar de nuestra cocina”, confiesa a DEIA Josemi Olazabalaga.

“El otro día un cliente me llamó muy apenado por la noticia y acabamos llorando los dos”

JOSEMI OLAZABALAGA - Cocinero del Aizian

Un cambio de contrato entre los propietarios del inmueble y la empresa que explota el hotel, –desde hace unos años bajo la marca Meliá– obliga a Olazabalaga a desmantelar su restaurante y bajar la persiana del local para siempre después de varias décadas siendo un referente culinario de calidad en la capital vizcaina: “El 22 de diciembre cumplimos 20 años desde que inauguramos el restaurante, que se dice pronto”, añade. Pero ahora no les quedan opciones: “Hace dos semanas los dueños del edificio nos comunicaron que ya no contaban con nosotros en el nuevo proyecto que tienen previsto llevar a cabo en la planta baja del hotel. Al parecer, su idea es ofrecer un espacio hostelero abierto al público de la calle. Nuestras opciones, por lo tanto, no son muchas. Únicamente la de marcharnos”, lamenta Josemi.

Josemi Olazabalaga rodeado de todo su equipo del restaurante Aizian que cerrará este mes en Bilbao Pablo Viñas

A partir de ahí solo les ha tocado asimilar el final del Aizian y hacerlo mientras continúan trabajando para ofrecer esa experiencia gastronómica que todo comensal experimenta desde el minuto que se entra en este templo culinario con dos soles Repsol.  

LARGA LISTA DE COMENSALES

Ubicado muy cerca del Palacio Euskalduna de Bilbao y con vistas al Parque de Doña Casilda por su comedor han pasado una larga lista de personalidades del mundo del arte, como Chillida o Oteiza; cantantes como Joaquín Sabina y Fito; futbolistas, actores, actrices y políticos de todos los colores, incluso el Rey Felipe no se pudo resistir a los sabores de este restaurante. “En mi mesa todo el mundo ha sido siempre bien recibido”, apunta Josemi. 

LÁGRIMAS POR LA DESPEDIDA

El próximo 30 de diciembre será el último día que cocinen a los clientes guisantes encebollados, pechuga de pichón o la lágrima con puré con huevo a 65 grados trufados y jugo de setas, entre otros platos y, son muchos los que ya han llamado para hacer su reserva. “El runrún de que cerramos ya está en la calle y la gente nos empieza a llamar. El otro día me llamó uno de los clientes muy apenado por la noticia y terminamos los dos llorando”, reconoce Josemi.

El comienzo de 2024 será muy raro para Josemi. No descarta que el Aizian pueda trasladarse a otro espacio, pero tampoco le importaría a este cocinero con 37 años de experiencia en la restauración aprovechar esta parada para continuar su carrera profesional en el lado de la enseñanza.  Lo cierto es que trabajo no le faltará, pero por el momento prefiere madurar hacia dónde dirigirá su futuro. “En su día no saqué el título en la escuela de hostelería y me encantaría dar clases”, explica. De momento, el 30 de diciembre Josemi dejará su casa los últimos veinte años con el libro dorado del restaurante debajo del brazo. "Me llevo muchos recuerdos, muchas vivencias, grandes amigos y un sinfín de profesionales con los que he trabajado durante tantos años, muchos de ellos ahora con sus restaurantes con estrella Michelin, ¡qué más se puede pedir!", concluye, emocionado el chef.