“¿Hay alguna mesa disponible para una comida o cena de empresa en una fecha cercana a las navidades?”. “Imposible, para grupos grandes no tenemos ningún hueco libre”. Esto es lo que se están acostumbrando a contestar a diario los restaurantes de Bilbao a las llamadas que reciben solicitando alguna mesa para ágapes de empresas para grupos de diez, quince, veinte y hasta treinta o más comensales. Y es que es una realidad: sin haber empezado el mes de diciembre, los locales de la ciudad ya tienen las agendas prácticamente llenas en las fechas clave del año, como así indican algunos de los restaurantes repartidos por la villa. Hay empresas que tienen el compromiso cerrado desde que finalizó Aste Nagusia. “Llamaron desde finales de verano para reservar una mesa para una cena de empresa en la semana previa a Navidad”, explica Ricardo Pérez, gerente del Restaurante Yandiola, situado en Azkuna Zentroa. Es más, si son más de diez personas y todavía están pensando en ocupar una mesa para las semanas previas a la Navidad y lo consigue, es usted un afortunado, porque los restaurantes de la capital vizcaina advierten de que no hay muchas disponibles para servir comidas a grupos grandes.

Es una práctica muy habitual: muchas empresas juntan a sus empleados durante la segunda quincena de diciembre en torno a una mesa de alguno de los restaurantes de la capital vizcaina para celebrar con las y los compañeros de trabajo el año terminado y empezar el siguiente con buen pie. Estas citas congregadas en pocas semanas del calendario provocan la falta de mesas disponibles en los locales para reunirse con todos los miembros de la empresa.

“El 15 de diciembre y el 1 de enero son días clave en los que tenemos colgado el cartel de lleno. Es más, para este próximo día 15 hemos rechazado unas 80 llamadas que solicitaban alguna mesa para comer o cenar”, puntualiza Yoseba Egaña, dueño del Restaurante Urregin.

De hecho, este exceso de reservas está provocando que las comidas y cenas de empresa sean a posteriori, es decir, en pleno mes de enero cuando ya se han acabado las fechas navideñas y se ha recibido el año nuevo. “Hay comidas de empresa que se han retrasado al 15 o 20 de enero”, cuenta Jurgi Arejita, propietario del Ondori Botxo. En cuanto al número de comensales por empresa que reservan mesas, hay de todos los tipos y varían en función del espacio del que disponga el propio establecimiento.

Los restaurantes reciben desde grupos pequeños a grandes o lo que es lo mismo pero en cifras, los locales ofertan espacio que van desde las ocho personas hasta las 120, como es el caso del Restaurante Yandiola. “Los 120 comensales son de una empresa que es habitual que acuda al restaurante en esta época del año.” explica Ricardo Pérez, quien añade que en algunas ocasiones son las propias secretarias de las empresas las que llaman al local para hacer una reserva.

En el caso de Sergio Ortiz, los días en los que todavía el restaurante no está completo opta por sacrificar las ocupaciones de mesas grandes para mantenerse a la espera de esas llamadas que optan por reservar mesas para menos comensales. “En vez de coger un grupo grande mantengo las mesas de dos y de cuatro personas”, anota el propietario del Restaurante Zarate.

Menús para grupos grandes

Con el objetivo de agilizar el servicio en las mesas, y que las y los comensales puedan disfrutar de una velada con ambiente previo a la Navidad, a partir de un determinado número de clientes, los locales optan por ofrecer un menú cerrado porque si en algo coinciden los hosteleros de Bilbao con grupos de comensales es que un menú les ayuda bastante porque en grupos tan grandes “la carta se puede convertir en un caos”.

Ofrecen el listado habitual, que cuenta con variaciones para personas vegetarianas y veganas, y algunos locales deciden crear un menú especial con ambiente navideño, Un ejemplo es el Ondori Botxo, que se plantea ofrecerlo para grupos de más de diez personas para no volverse loco con comandas excesivamente variadas. “Con mesas de treinta clientes, si cada persona pide una cosa distinta te acabas volviendo loco, por lo que para agilizar el servicio se ha tomado la decisión de que mesas superiores a diez personas será menú”, indica Jurgi. En cambio, Yoseba no va a tener un menú especial porque habría más producto con el que trabajar y acabaría dificultando la labor en cocina. Como ya hizo en Aste Nagusia, mantiene la carta porque es algo que le funciona bien durante todo el año.

Además, conociendo los menús con los que va a trabajar, puede mejorar tanto la agilidad del servicio como la calidad de las compras y el producto fresco. “Al saber qué es lo que van a comer o cenar puedo anticiparme y comprar un producto fresco y de mayor calidad que el cliente agradece”, añade el propietario del Restaurante Urregin. Como contrapartida al menú cerrado, Sergio Ortiz preparará los mismos menús con la variación de que atenderá solicitudes de algunos productos que hayan sido pedidos por los clientes y que quieren que sean incluidos en el listado. “Es un detalle que los clientes agradecen”, cuenta el dueño del Restaurante Zarate.

De cara a los próximos días, los locales esperan cerrar su agenda de reservar y dar comienzo a lo que será un mes frenético para el sector con el que esperan despedir este 2023 por todo lo alto.