El avance del euskera en Bilbao parece imparable, porque la velocidad que adquiere el proceso de normalización lingüística es de galope. Así lo muestran los datos facilitados por el propio consistorio, que muestran cómo en las últimas tres décadas la ciudad ha pasado de tener 53.061 hablantes –en 1991– a 103.631 –en 2021–. A ello han podido contribuir las múltiples iniciativas, impulsadas tanto por las instituciones como por el tejido social, en la villa. Este jueves se celebró una de ellas, el Berbagunea. En su décima edición aunó a cerca de 1.500 lenguas en San Mamés. Se ejercitaron en aquello de comunicarse en euskera durante toda la jornada.

La iniciativa, promovida por el Ayuntamiento de Bilbao y la Diputación Foral de Bizkaia y organizada por Ulibarri Euskaltegia y el Athletic, que cedió su casa para el evento, tiene por objetivo la promoción del uso de la lengua vasca en la capital vizcaina. Reúne anualmente a miles de personas que se dan cita en un lugar de la ciudad para hablar en euskera durante todo el día. En el encuentro de ayer se juntaron 1.500, quienes, además de celebrar la lengua, también se congratularon por el 125 de los leones de su ciudad.

La vicepresidenta primera del Athletic Club, Nerea Ortiz, señaló que se trata de “un honor” poder albergar la nueva edición de Berbagunea en San Mamés, y destacó “el compromiso del Club con el euskara”. En este sentido, recordó que “hace 18 meses dimos un gran paso aprobando el Plan Estratégico de Euskera” dentro de la entidad y que, mediante el mismo, se busca “situar al euskara como un eje estratégico” en el funcionamiento del Athletic Club.

Ciudadanos anónimos se codearon con representantes de la cultura, del deporte, de la economía o de la política como el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto J. M. Martínez

Los temas de los que hablaron fueron diversos. Y las personas que acudieron a la cita también. Ciudadanos anónimos se codearon con representantes de la cultura, del deporte, de la economía o de la política como el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, para tratar diferentes temas. En las mesas, de formato world-café, se habló de libros, de deporte y de ocio. De aquellos temas que preocupan al tejido social, por acuciantes. De temas profundos y banales. En definitiva, de todo. Pero en euskera y desde el más escrupuloso respeto a aquel que piensa diferente en cuatro tandas para participar que se repartieron durante toda la jornada: de 9.30 a 10.30, de 11.00 a 12.00, de 12.30 a 13.30 y, finalmente, de 17.00 a 18.00.

El primer edil, por su parte, aprovechó la mañana para poner en valor la importancia y la belleza de este evento y destacó su mérito de “generar espacios que fomenten, promocionen y visibilicen las relaciones lingüísticas en euskera desde la normalización para hacer de Bilbao una ciudad cada vez más euskaldun, donde nuestra lengua se hable, se escuche, se viva, en nuestras calles, parques y plazas con total normalidad y de manera cotidiana”. Y en torno a estos dos últimos conceptos –la normalización y la cotidianidad– gira el espíritu que guía el Berbagunea.

Diez ediciones

Este es el décimo encuentro multitudinario de “euskaldunes, estudiantes y euskarazales de todas las edades y condiciones” que acoge Bilbao. Surgió en 2012 como una vía para la promoción del euskera. Una vía que ha ido creciendo en participantes edición tras edición. En 2012 se celebró el segundo encuentro y contó con la participación de la entonces diputada foral de cultura, June Ariztondo. Entonces, destacó la importancia de este evento como una herramienta para articular foros en los que practicar la lengua. Unos foros que, a su juicio, no existían.

Diez años después el euskera da señales de vitalidad. Hay, por ejemplo, más oferta de productos y encuentros culturales que tienen el idioma como eje. Un buen ejemplo de ello es el Zeid Fest, un festival de música organizado por el grupo navarro Zetak con el objetivo de difundir el trabajo de grupos foráneos pero, sobre todo, propios. Asimismo, el euskera ha llegado a Netflix, de la mano de la serie Itxaso. Así las cosas, hay idioma para rato. Cada vez más.