Alfredo Aduna es uno de los turistas bilbainos que ha aterrizado esta mañana en el aeropuerto de Bilbao tras ser evacuado de Israel. A la hora en la que los primeros antimisiles tumbaban a los misiles, se encontraban en plena excursión en el Monte de los Olivos, el guía les indicó que bajasen el monte pegados a la pared. “Con los primeros misiles, al guía se le cambio la cara, peor ha sido un gran profesional”, matiza Alfredo mientras explica que fue el único momento en el que sintieron miedo.

El gobierno ha dictado a todos los guías la situación actualizada, es decir, los lugares por lo que es y no es peligroso desplazarse. Alfredo ha puesto en valor la profesionalidad del guía a lo largo de los días porque conocía muy bien el terreno y no le ha llevado a ninguna zona de peligro. “Nuestro guía no nos puso en riesgo en ningún momento”, manifiesta el bilbaino. En el momento previo a bajar pegados a la pared, tuvieron cierto miedo. Las llamadas de los familiares preocupados por la situación que se ha reflejado en las noticias era constante aunque realmente, confirma que el guía les mantuvo bastante seguro en todo momento. "No he recibido tantos WhatsApps en mi vida", confiesa Alfredo entre risas. Mientras estaban disfrutando de la playa, recibían mensajes de familiares y amigos. “Nos preguntaban si estábamos locos, si no veíamos las imágenes de la televisión”, añade.

Caminando por el lugar, explica Alfredo Aduna que siempre se puede tener cierto miedo por la situación que estaban presenciando, aunque la profesionalidad del guía les otorgó cierta tranquilidad para seguir visitando el país. “Puedes tener una impresión de que cualquiera puede ir y sacar un cuchillo, aunque no hemos tenido miedo”, argumenta.

Siendo parte de los primeros turistas evacuados desde Israel que han llegado a lo largo de la mañana, Alfredo puede decir que volvería a repetir el viaje sin duda. “He visto cosas muy interesantes, como cristiano me emociona el hecho de ver esos lugares”, confiesa Alfredo. En el avión de vuelta existe cierto alivio por ver cerca la vuelta a casa. Aún así, según cuenta, había cierta tensión hasta que dejaron el país atrás.  "Hasta que no te ves fuera no te sientes tranquilo”, comentó recordando el momento vivido hace apenas horas.

Los días vividos se han desarrollado con mucha seguridad. Aún con la situación que estaban viviendo, el domingo a la mañana salieron a hacer las visitas. Aún con la situación el domingo a la mañana salieron a hacer las visitas. "El miedo es libre, hubo gente que se quedó en el hotel", apostilla. El lunes fueron al Mar Muerto, lugar en el que se bañaron sin ningún problema. En el hotel del lugar le llamó la atención porque vieron bastante cantidad de ropa que estaban mandando para ayudar y los cientos de donantes de sangre. "En Jerusalem vimos muchas colas con personas donando sangre para ayudar", señala Alfredo.

A las 16.00 horas les llamaron para ser repatriados en el avión de las 21.00 horas. “Cogimos las maletas, ni cenamos ni dormimos”, cuenta. En el momento en el que recibieron el aviso de que iban a poder volver a casa, prepararon rápidamente todo lo que habían llevado para realizar el viaje. "Cuando nos dijeron que nos repatriaban me volví loco silbando en la playa para salir". Después de una noche frenética y una vez llegaron al aeropuerto de Bilbao, los familiares pudieron respirar con tranquilidad al ver a los suyos aparecer por la terminal de La Paloma.