Hasta el próximo viernes, la capital vizcaina celebrará la semana de la movilidad que en esta edición lleva el lema "eficiencia energética". Esta iniciativa se celebra en un momento de máxima expectación por estar viviendo una época de cambio en lo que a la movilidad y al transporte se refiere. Bilbao avanza en el transporte sostenible, creando cada vez más iniciativas y llevando a cabo acciones para reducir la huella de carbono. Y es la ciudad la que se prepara para incorporar una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en su núcleo urbano.

Para delimitar la Zona de Bajas Emisiones y sus restricciones, el Área de Movilidad y Sostenibilidad del Consistorio está realizando dos estudios relativos a las características de los vehículos, a sus hábitos de circulación y al grado de contaminación que cada uno de ellos acarrea. Para valorar la contaminación actual se han comprado cuarenta sensores y se han repartido por la Villa. A esto hay que sumar las 27 cámaras de lectura de matrículas (adquiridas el pasado mes de octubre) que permitirán controlar el acceso de los coches.

Una de las zonas donde se prevé instaurar esta medida es la isla de Zorrotzaurre. Ya que su construcción desde cero permite adoptar todas las medidas posibles que se ajusten a las nuevas necesidades sin afectar al ritmo de la ciudad. Otra de las zonas en las que es probable que se instaure es en el Casco Viejo en las zonas céntricas como pueden ser Indautxu o Abando, aunque por el momento se desconoce cuáles serán. Para determinar qué vehículos pueden o no entrar, se utilizarán los cuatro distintivos emitidos por la Dirección General de Tráfico (DGT) que clasifican los vehículos en función de su eficiencia energética, teniendo en cuenta el impacto medioambiental de los mismos.

De momento, se están identificando los vehículos que entran a Bilbao y cuánto contamina cada uno de ellos. Con ello, se quiere radiografiar la situación. Para conocer cómo se desplazan los bilbainos por la capital vizcaina y cuánto utilizan el coche, hemos salido a preguntar a la calle y hemos constatado que el uso del coche en Bilbao es, cada vez , más residual y que la importancia de la movilidad sostenible resuena más en la conciencia de las personas. Beatriz Méndez, Aritz Lavín, Eve Gescherie, Ainhoa González y Markus Trost detallan cómo se mueven por Bilbao.

Eve Gescherie - Estudiante

"Poder moverte por la ciudad sin contaminar te hace sentirte bien"

"Poder moverte por la ciudad sin contaminar te hace sentirte bien" Oskar Gonzalez

Vino de Estados Unidos a Bilbao hace dos semanas y asegura que ya se siente bien porque "en dos semanas he contaminado mucho menos que en mi casa". Y es que Eve Gescherie asegura que en Michigan, a casi todas partes tiene que desplazarse en coche, aunque apunta que no es de las más contaminantes en Estados Unidos ya que con los años "ha ido bajando mucho su nivel de contaminación". "Aquí está muy instaurada la forma de moverse por la ciudad sin contaminar, hay muchísimas bicicletas, y aunque todavía no las he usado, me voy a apuntar para poder ir en ellas durante este año que voy a estar estudiando aquí", señala. Aunque no había oído que Bilbao fuera una ciudad muy comprometida con la movilidad sostenible, indica que es lo que más le ha llamado la atención cuando ha llegado.

Por el momento se mueve andando o en tranvía, algo "realmente cómodo". "Está muy bien que haya diferentes opciones de transporte y a mi, personalmente, el tranvía me parece un acierto porque te deja en lugares muy icónicos de la ciudad que están cerca de comercios y bares y te hace muy sencillo conocer la ciudad y seguro que para quienes viven aquí es magnífico también, porque yo veo a muchísimos bilbainos que lo utilizan", cuenta. "El poder utilizar la barik y que esta te valga tanto para el tranvía como para otros transportes está muy bien. Es muy sencillo", añade.

Además de no contaminar, para Eve es muy importante "llegar en poco tiempo a los sitios". Las distancias son cortas y eso se agradece. "Muchas veces no somos conscientes de lo que contaminamos. Yo en Michigan contamino quizás el doble que aquí porque utilizo el coche para todo. Está muy bien que Bilbao tenga esa visión, ojalá más ciudades trabajaran por tratar de contaminar menos", señala. 

Aritz Lavín - Vecino de Arangoiti

“Ir en bicicleta es una maravilla, el coche ni lo toco”

“Ir en bicicleta es una maravilla, el coche ni lo toco” Oskar Gonzalez

"A no ser que tenga que ir a Basurto de urgencia a llevar a mi hijo, no toco el coche”, asegura Aritz Lavín, que confiesa que si no va en bici va andando a todos los sitios en Bilbao. No piensa tanto en que no contamina, sino en que es lo más cómodo, pero aún así se enorgullece de recudir el impacto medioambiental de los gases que generan los coches. "En Bilbao tenemos mucha suerte porque la ciudad está preparada, el servicio de bicicletas que ofrece el Ayuntamiento es una maravilla. Aunque hay que decir que es un servicio muy bueno con usuarios muy malos", indica. "El único fallo que tiene el sistema es que la gente las destroza, las pincha y no las engancha y no se cargan", lamenta.

Vive en Arangoiti, y desde allí acude cada vez que va al polideportivo en bicicleta. "Se usa bastante bien con los bidegorris y el trafico nos respeta bastante", cuenta. Para salir de Bilbao sí que utiliza más el coche, aunque no siempre es tan necesario, ya que la Diputación Foral de Bizkaia y los ayuntamientos de Barakaldo, Berango, Bilbao, Erandio, Getxo, Leioa, Portugalete, Santurtzi y Sestao están implantando un servicio público de préstamo de bicicletas eléctricas para facilitar a la ciudadanía el uso de la bicicleta en sus desplazamientos diarios.

Sin embargo, aunque la bicicleta "es un medio de transporte maravilloso" sigue dando "un poco de miedo ir por la carretera", señala Alain Martínez tras escuchar a Aritz. "Cuando estén hecho los bidegorris entre pueblos será mejor porque ir por al lado de los coches, por el mismo carril, da mucho respeto. Aunque hay quienes conducen muy bien, también hay quien es muy temerario", asegura a la vez que confiesa que "pasarse a la bicicleta va a ser algo obligatorio dentro de poco porque nos estamos cargando el planeta". Y es que, son el transporte más sostenible porque no consumen combustibles, no emiten gases de efecto invernadero y además, también evitan la contaminación acústica, ya que producen niveles de ruido muy inferiores a otros medios de transporte.

Ainhoa González - Estudiante

"Voy en autobús porque por el momento no tengo carnet de coche"

"Voy en autobús porque por el momento no tengo carnet de coche" Oskar Gonzalez

 "Si no puedo llegar a mi destino andando, opto por desplazarme en transporte público", expresa Ainhoa González. La joven estudiante universitaria acude diariamente en autobús a la Universidad del País Vasco. Reside en la zona de San Mamés y, agradece que el servicio ofrecido por Bizkaibus en la línea A2318 (Termibus-UPV/EHU Autopista) parta en dirección a la universidad cada veinte minutos. "Voy en autobús porque por el momento no tengo carnet de coche", argumenta.

El problema que identifica en este itinerario es que por las mañanas hay muchas personas esperando a la salida de los autobuses llegando a generar colas y, con la llegada de nuevos grados universitarios al campus de Bizkaia viajan muchas más personas que las que lo solían hacer en cursos anteriores. Siempre que puede elegir la forma en la que llegar de un punto a otro, para desplazamientos interurbanos opta pasear por las calles de la villa hasta su destino. Los días que llueve utiliza el tranvía. En cambio, para distancias larga aprovecha el servicio del metro evitando usar lo máximo posible el vehículo particular –en este caso no dispone de carnet para poder conducir– o en su defecto, el taxi.

Aunque prefiera el uso del transporte público, cuando se forman aglomeraciones en las paradas de autobuses en las que no cabe un alfiler, le causa bastante rechazo subirse al autocar. El motivo se debe a que Ainhoa se trata de una persona que sufre ansiedad y, en algunas ocasiones subirse a un autobús –o cualquier otro medio de transporte– que esté lleno le genera nerviosismo. "Hay veces que siento que no me puedo subir al autobús", explica Ainhoa González. Por viabilidad financiera, no se plantea otras alternativas para acudir de forma diaria a la Universidad del País Vasco. "Ir en taxi nunca ha llegado a ser una opción viable es muy costoso", sentencia.

Beatriz Méndez - Vecina de Bilbao

"Es una ciudad muy cómoda para el peatón y para los perros"

"Es una ciudad muy cómoda para el peatón y para los perros" Oskar Gonzalez

A Beatriz Méndez tener a Lupo, su Golden Retriever, le limita a la hora de usar el transporte público, ya que solamente se permite el acceso a las mascotas de peso inferior a 8 kilogramos siempre que vayan en brazos y con correa en Metro Bilbao y en Bilbobus deben de ir dentro del trasportín. Sin embargo, en el tranvía de Bilbao, los perros pueden viajar, sea cual sea su tamaño, siempre que vayan atados mediante correa. Esta limitación en algunos de los transportes públicos no le impide recorrerse Bilbao y mucho menos le “afecta”. “Quizás en otra ciudad sí que podría afectarme más, pero Bilbao está tan bien preparada para el peatón que es muy cómoda para caminar, tanto para mi como para Lupo”, relata esta bilbaina.

Para fomentar que los bilbainos puedan caminar por la ciudad con sus perros el Gobierno vasco ha elaborado una guía con cuatro rutas por las que se puede pasear con perro por capital vizcaina, disfrutándola de otra manera reduciendo así la huella de carbono. “Dejar huella, pero de la buena”, reza la guía, en la que se muestra la variedad de planes que Bilbao y sus municipios de alrededor pueden ofrecer a través de los recorridos realizados por cuatro protagonistas y sus perros. La guía incluye un listado de establecimientos, hoteles, comercios, restaurantes y espacios que admiten perros. Y también añade indicaciones sobre el transporte o el acceso a los recursos turísticos.

Es una ciudad que está muy bien conectada y es muy amigable. Y estamos encantados, las aceras son grandes, tienes visibilidad en todas partes y muchas zonas verdes. La verdad es que nos está quedando una ciudad increíble”, señala.

“Bilbao es un botxo, es un agujero y los que vivimos aquí vamos de un lado a otro andando sobre todo. Hay muchas calles peatonales, en coche es muy difícil transitar por el centro y además es caro porque para aparcar hay que poner OTA o dejarlo en un parking”, cuenta.

Markus Trost - Estudiante

"El metro es más barato y tardas menos en llegar"

"El metro es más barato y tardas menos en llegar" Oskar Gonzalez

El uso del transporte público y la concienciación de la movilidad evitando el vehículo privado llega a los estudiantes provenientes de otros puntos de Europa mediante el tradicional programa de movilidad de estudiante europeos, más conocido como Erasmus. Los jóvenes estudiantes universitarios que llegan a Bilbao buscan –aconsejados por la Universidad del País Vasco y otras empresas– las formas más útiles de transporte para asentarse en la ciudad lo más rápido posible. Markus Trost, de nacionalidad alemana, lleva varios días instalado en Bilbao con motivo del inicio del curso académico. Por el momento, en el inicio del curso universitario todavía se encuentra un poco perdido con el funcionamiento de las máquinas disponibles que permiten recargar las tarjeta Barik.

En su corta estancia por motivos universitarios en Bilbao, Markus –estudiante en la Universidad de Sarriko– se desplaza en el metro de forma diaria por dos razones: “el metro es más barato y tarda menos tiempo en llegar”. Además, la conexión que el metro ofrece a los estudiantes que se desplazan es vital para que esta sea la elección más popular entre los universitarios que acuden a Sarriko diariamente. “Nos montamos en San Mamés y nos deja a un paso de cebra de la facultad”.

Con el objetivo de impulsar la movilidad eléctrica sostenible y prestar servicios de recarga inteligente a vehículos eléctricos a partir de infraestructuras ya existentes el metro jugará un papel fundamental. Será un medio de transporte público que formará parte del proyecto Medusa. Es un plan –único en el mundo– que permitirá aprovechar la energía nocturna que genera el metro de Bilbao para alimentar las batería eléctricas de los autobuses de Bilbobus.