El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, acompañado de la Banda Municipal de Txistularis y representantes de la corporación municipal, participó ayer en la tradicional misa en honor a San Roque, este año, en la ermita situada en el monte Pagasarri.

Según la tradición, en 1575, ante la terrible epidemia de cólera que azotaba todo el territorio de Bizkaia, se erigió, por orden del Gobierno Municipal de Abando, entonces república, una ermita en el monte Pagasarri bajo la advocación de San Roque, patrono de los apestados y, al poco tiempo, la epidemia empezó a remitir hasta desaparecer.

Desde entonces, todos los 16 de agosto, festividad de San Roque, se celebraron las tradicionales romerías en este lugar, hasta que debido a rivalidades entre el resto de las corporaciones en las que entonces se dividía la villa, y gracias a una licencia del Obispado, estos actos se trasladaron a la iglesia parroquial de Santiago en 1810.

Esta tradicional celebración religiosa que antecede al comienzo de Aste Nagusia se celebra también en la ermita de San Roque de Artxanda, construida en el siglo XVII, a donde acudieron también varios representantes municipales. El año pasado, el alcalde de Bilbao acudió a la misa de San Roque en Artxanda, cumpliendo de esta forma la tradición de alternar su presencia en las dos ermitas.