Si en el futuro habrá coches voladores es una incógnita, pero de haberlos, que se construirán de forma sostenible es una evidencia. Y es que aquellos que formarán parte de él tienen claro que la sostenibilidad debe ser uno de los pilares fundamentales de la sociedad. Así lo están demostrando desde ayer y hasta mañana 700 estudiantes en El Arenal de Bilbao con 200 proyectos creados durante el curso escolar en la feria Elhuyar Zientzia Azoka 2023.

La protección del medio ambiente es uno de los hilos conductores más trabajados a través de los proyectos enfocados en la ciencia que se presentan. La contaminación del plástico supone uno de los principales problemas para el medio ambiente y algunos de los proyectos de estos estudiantes han tratado de dar respuesta a esta problemática e investigar más sobre ello.

Libe Saldano, Naroa Mikeo, Hegoi Lizarraga, Idoia Uharte, del IES Amazabal de Leitza, presentaron ayer su proyecto en el Arenal con el que han creado plástico orgánico a través de diferentes alimentos para estudiar cómo evoluciona en diferentes ambientes para tratar de ofrecer una alternativa al plástico utilizamos de forma generalizada. “Hemos creado plástico orgánico partiendo de diferentes alimentos como el hueso del aguacate, la patata y la maicena. Tras tratarlos se consigue una especie de masa y luego se deja secar hasta que el plástico se forma”, contaban.

Después de conseguir el material, los enterraron para ver cómo respondían. “Los sometimos a pruebas como enterrarlos en tierra y vimos que el de la patata en una semana se descompuso, el de aguacate ganó peso por la humedad que pudo coger, y el de la maicena perdió peso, pero pensamos que si lo hubiéramos dejado más tiempo se hubiera descompuesto”, explicaron.

Al igual que los estudiantes del IES Amazabal, Zelai Toledo, Gaizka Bermejo y Naroa Uncilla, de Lauro Ikastola, han abordado también una investigación sobre el plástico. En su caso, analizaron los efectos de los microplásticos en el crecimiento de las plantas. “Se habla mucho sobre los microplásticos en el agua, en el mar y hemos visto muchas imágenes de una tortuga con un plástico pero no hemos escuchado mucho sobre su efecto en la tierra, entonces hemos cogido información de eso y hemos mirado qué efecto tienen los microplásticos en el crecimiento de plantas”, explicaron ayer en una de las casetas de El Arenal.

Tras una larga investigación en la que plantaron diversas plantas en agua, en agua con microplásticos, con hongos y con hongos y microplásticos, estos jóvenes concluyeron que “tenemos una idea de que todos sus efectos son negativos pero en el crecimiento de las plantas los microplásticos no han afectado”. Sin embargo, señalaron que les “gustaría investigar cómo son los frutos que dan las plantas” para avanzar en la investigación ya que por el momento, han concluido que “el efecto de los microplásticos con es tan malo como se cree”.

Además de estar concienciados con el medio ambiente, también se presentaron proyectos que atienden al bienestar animal, como el de Garatz Biltzunaga e Ibole Valle, de Lauaxeta Ikastola, que han creado un champú en el que no haya experimentación animal. “Nuestra intención ha sido coger, ver la composición de un champú específico y los componentes que vengan de animales cambiarlos por componentes vegetales y luego ver si los dos campus son capaces de hacer el mismo efecto en el pelo”, relataron.

Tras crear el champú con sustancias como bicarbonato, aceite de romero, aceite de coco, sal, base de champú vegetal y lavanda y probarlo durante una semana para compararlo con uno que sí experimenta en animales, concluyeron que “ambos hacen la misma función. No hace falta llevar a cabo la experimentación animal”.

Los estudiantes han pensado en todo, también en ayudar a sus profesores con sus proyectos. Es el caso de Irati Barón, Julen Pérez y Aizane Palacios, del instituto Uribarri de Basauri. “Cuando vimos a Alberto, uno de nuestros profesores llevas libros y carpetas en los bazos, que no le cabía nada más, pensamos que si tuviese una especie de carro para que lleve el peso el iría prácticamente libre de una clase a otra”, contaban sobre cómo le surgió la idea de crear un carro que se mueva a través de bluethooth.

“Hicimos un prototipo de un carro teledirigido que se conecta mediante bluethooth con una aplicación que hemos diseñado y programado”, relataron. Las piezas del carro las diseñaron e imprimieron ellos mismos y para la batería utilizaron pilas recargables sacadas de un ordenador antiguo. “Queríamos que el proyecto tuviese el máximo de sus partes recicladas”, señalaron.

De esta manera, Elhuyar Zientzia Azoka pretende fomentar entre la juventud la afición por la ciencia, así como promover y difundir la cultura científica no solo a través de esta feria, sino también a lo largo del año. En la iniciativa, organizada por Elhuyar pero que cuenta con la colaboración del Departamento de Educación del Gobierno vasco, la Eurorregión, la FECYT, la Fundación Kutxa, la Diputación Foral de Bizkaia, el Ayuntamiento de Bilbao, el Gobierno de Navarra y Erabi, han participado un total de 1.450 estudiantes de 79 centros escolares.

Los proyectos y sus creadores

Gaizka, Zelai y Naroa han realizado un proyecto para descubrir cuál es el efecto de los microplásticos en el crecimiento de las plantas en la tierra. Su idea surgió después de ver que “casi todos los estudios se centran en el efecto del plástico en el mar, por lo que queríamos investigar sobre ello en la tierra”.

Zelai Toledo, Gaizka Bermejo y Naroa Uncilla de Lauro Ikastola Borja Guerrero

¿Qué podemos hacer para solucionar la problemática del plástico en el planeta? Esa fue la pregunta que estos cuatro jóvenes de Leitza se hicieron. Para darle respuesta han creado plásticos derivados de diferentes alimentos como el hueso del aguacate, la patata o la maicena y han investigado cuál es su tiempo de descomposición en la tierra.

Libe Saldano, Naroa Mikeo, Hegoi Lizarraga, Idoia Uharte de IES Amazabal Borja Guerrero

La cosmética y el efecto de esta en los animales era una de las preocupaciones de estas jóvenes. Por ello, decidieron adentrarse en el proyecto de crear un champú a base de elementos orgánicos sin tener que llevar a cabo la experimentación animal. “No hace falta que se experimente con ellos”, aseguran.

Garatz Biltzunaga e Ibole Valle de Lauaxeta Ikastola Borja Guerrero