El ya tradicional mercadillo que se celebraba el primer sábado de mayo en la calle Dos de Mayo no tendrá lugar este año. Como alternativa, la asociación responsable del rastro organizará una especie de “no mercadillo”, con actividades que se llevarán a cabo en los comercios y bares de la zona el próximo 6 de mayo. El objetivo que persiguen con ello es reivindicar la vuelta del rastro, que ha servido para generar un foco de atracción hacia un barrio estigmatizado. La asociación, formada por diferentes negocios como Café Nervión, Caostica, Kerfatou, La gernikesa Bilbao, Pikara Magazine o Something special, se reunirá próximamente con Bilbao Ekintza para analizar su futuro.

Tras el alto obligatorio de la pandemia, el último mercadillo se celebró en mayo de 2022, con una asistencia masiva de público y 40 puestos en espera que evidenciaron su rotundo éxito. Entonces, la intención de la organización, que antes celebraba este rastro alternativo todos los meses, era regresar con cierta periodicidad. Sin embargo, a finales de año, la cabeza visible de la organización durante los últimos diez años, Ainara Arkotxa, comunicó su intención de dejar el cargo. “Incluso se planteó la posibilidad de acabar con la asociación, porque no se veía mucha perspectiva de futuro”, revela Javier Nevado, propietario de Anti Liburudena y una de las tres personas que ha tomado las riendas de la organización.

“No hemos podido ponernos a buscar una alternativa ni tantear si se podía volver a celebrar el mercadillo”, confiesa Nevado, quien expone que el comienzo de año ha sido complicado para quienes actualmente están al frente del mercado. “Estamos esperando una reunión con Bilbao Ekintza y esperamos que nos respondan rápido. Pero no creo que vaya a ser posible realizar el rastro el mes de mayo, ni aunque se alineen los astros”, se lamenta el comerciante.

En su lugar, la idea es organizar actividades en el interior de los locales, por lo que no tendrían que solicitar permisos al Ayuntamiento. Se trataría de un “no mercadillo” para reflejar que en la calle Dos de Mayo sigue habiendo proyectos e interés en que el mercadillo se pueda realizar. “Cuando lo tengamos claro, lo comunicaremos”, expone Nevado, quien considera que aunque la cita del próximo 6 de mayo pierda mucha afluencia, el objetivo seguirá siendo el mismo. “Lo que buscamos es que la zona se vuelva atractiva para que las persianas se mantengan abiertas y haya cada vez más comercios. El mercadillo es positivo para atraer la atención sobre todo de la gente que habitualmente no se acerca al barrio”, asevera.

Mensual

Desde 2005 hasta que tuvo que suspenderse por la pandemia, el mercadillo se celebraba con una periodicidad mensual. Sin embargo, desde la asociación recuerdan que las dificultades para conseguir los permisos de áreas municipales como Espacio Público o Seguridad Ciudadana eran numerosas. “El Ayuntamiento no se comprometía a dar un permiso más allá de un mes vista, por lo que había que solicitarlo mes a mes, con la incertidumbre que ello generaba”, relata Javier Nevado, quien rememora que no fue hasta los últimos dos años previos a la pandemia cuando se consiguió que ese permiso se otorgara para tres meses. “Queremos saber cuál es su postura actualmente”, indica el comerciante, antes de exponer que el año pasado tampoco lo tuvieron fácil.

“Buscamos que la zona se vuelva atractiva para que las persianas se mantengan abiertas”

Javier Nevado - Miembro de la asociación Dos de Mayo

Ahora que las restricciones de la pandemia no pueden ser un pretexto para llevar a cabo el mercadillo, la intención de la asociación es remarcar en Bilbao Ekintza la importancia del rastro para la activación de la actividad económica en el barrio. “Queremos que el Ayuntamiento entienda que si uno de sus objetivos es ese, tiene que facilitarnos el mercadillo”, argumenta Nevado, quien relata que una de las condiciones que les ponían hasta ahora es que los puesteros tenían que estar dados de alta como autónomos. “Es comprensible que toda actividad económica esté regulada, pero la mayoría de la gente no se dedica a esto profesionalmente. Es gente que tiene su trabajo y, por ejemplo, se dedica a hacer joyas”, revela Nevado.

En cualquier caso, la asociación pretende trasladar al Consistorio la pretensión de hacer un mercadillo que se ajuste “a la necesidad” de convivencia y tranquilidad. “No lo vamos a plantear como los mercadillos que se han vivido otros meses de mayo, cuando se atraía a mucha gente que venía a pasar el día y a emborracharse. Se va a intentar evitar que el mercadillo sirva de reclamo para esa manera de divertirse”, concluye el librero.