Lo que ahora es el gran pulmón verde de la capital vizcaina, hace más de treinta años albergó el lugar de ocio de referencia en los años entre los 70 y los 80. El Parque de Atracciones de Artxanda, en Bilbao, desapareció por completo hace cinco años, cuando la Diputación comenzó el derribo de las más de diez hectáreas de extensión en las que miles de familias y cuadrillas disfrutaron durante 16 años. La demolición, que duró 153 días dejó el terreno en cota cero, tirando todas las estructuras y cerrando los agujeros o huecos que había en el suelo.

El Parque de Atracciones abrió sus puertas en 1974 y desde allí, desde la parcela del monte Ganguren, podías trasladarte a Egipto a través de las pirámides rojas que albergaba. La Avenida de 250 metros que partía de la entrada del parque fue, durante 16 años, la recta vizcaina más disfrutada por niños y mayores. Hasta 1990 las cafeterías, restaurantes, quioscos de comida, las taquillas, la gran noria amarilla, la montaña rusa, el mini-golf y demás atracciones fueron el lugar de recreo de tantos niños que hoy, de adultos, recuerdan aquellas interminables colas.

Durante las décadas de los 70 y 80 los artistas más punteros de la época como Tequila, Loquillo, Alaska y los Pegamoides, Mecano o Los Trogloditas; y los grupos infantiles Parchis, Enrique y Ana; y el ventrílocuo José Luis Moreno con Monchito, Macario y Rockefeller actuaron en su gran anfiteatro. También lo hicieron Miguel Bosé, Leif Garret, Gloria Gaynor, Albert Hammond y los Pecos, entre otros, reuniendo en sus más de 4.000 butacas a aquellos jóvenes que forraban las carpetas con sus fotos. 

El parque contaba también con un mini zoo en el que había una gran variedad de especies como cachorros de león, monos, hurones, zorros, lobos, flamencos, grullas, papagayos… Tres años después de la construcción del parque se inauguró dentro de sus instalaciones una piscina para la que había que pagar una entrada diferente a la del parque.

El 2007 la Diputación dio la oportunidad de visitar el Parque de Atracciones y ahí muchos nostálgicos aprovecharon para revivir los buenos momentos allí vividos, sin embargo, la zona presentaba una imagen muy diferente de la que tenían en la memoria ya que el tiempo no había perdonado y las instalaciones se encontraban en muy mal estado. A día de hoy ya no queda nada de aquel Parque de Atracciones en el que tantas y tantas familias disfrutaron y aunque muchos aún esperan que el espacio se reactive, por el momento no se ha puesto en marcha ningún proyecto que le pueda dar una nueva vida.