El reparto de alimentos para las personas necesitadas irá acompañado de un apoyo social en Bilbao, al mismo tiempo que se unificará en dos únicos puntos: el centro Lagun Gunea, de Santutxu, y un nuevo espacio aún sin concretar.

El Ayuntamiento puso en marcha en 2018 el proyecto Lagun Gunea, un supermercado social de reparto de alimentos; en él se disponen no solo de los excedentes que recoge el Banco de Alimentos, sino también otros productos que también necesitas las familias más vulnerables como pañales o papillas. Se trata de evitar las colas que se generan con el reparto de los alimentos, dignificándolo. “Las familias acuden con cita previa y tienen una persona de referencia que les orientan en su situación para ayudarles a salir adelante”, explica el concejal de Acción Social, Juan Ibarretxe. Derivados desde los servicios sociales de base, los usuarios disponen de una tarjeta de puntos con la que pueden adquirir los productos que necesitan, priorizando aquellos que tienen peor salida o tienen una fecha de caducidad más cercana. “Vimos que hay alimentos que se entregan a las familias pero que no saben cómo manipularlos; se trabajan también recetas vinculadas a ellos”, apunta Ibarretxe. Este sistema atendía hasta ahora a aproximadamente la mitad de Bilbao y la otra mitad quedaba en manos de los puntos, alrededor de una docena, que tiene el Banco de Alimentos.

A partir del próximo año, el Ayuntamiento quiere unificar todo el reparto, con este modelo “más integral”, en dos únicos puntos: por una parte, el supermercado ya existente en Santutxu y, por otro, en un centro similar cuya ubicación todavía no se ha concretado. No se descarta, en caso de que sea necesario, la apertura de más en el futuro. El Banco de Alimentos, por su parte, cerrará la mayoría de sus puntos de reparto, aunque mantendrá algunos que por su buen funcionamiento o porque atienden a personas mayores que tienen más problemas para desplazarse, según confirmó su presidente, Luis Crovetto. “Permite eliminar las colas, porque van con cita; poder hacer una compra más equilibrada y no solo cuando llegan los excedentes y solo los alimentos que llegan, y poder hacer un acompañamiento para que esa familia pueda llegar a no depender de este recurso”.

El Ayuntamiento seguirá completando los productos que no lleguen a sus estanterías a través de las donaciones del Banco de Alimentos. “Tras la pandemia muchas personas que hace donaciones se ha pasado a donar dinero, no alimentos físicos en sí, lo cual también ayuda a que estas familias puedan optar a una compra más equilibradas”, añade el concejal.

El Área de Acción Social también analizará el próximo año la evolución del uso de los comedores sociales, ya que la puesta en marcha de programas integrales para personas principalmente inmigrantes que viven en la calle puede hacer que no sea necesario ofertar tantas plazas.